Tras casi una semana de violencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador le pidió a los habitantes de Tila, Chiapas “no pelearse entre ellos”.
El titular del Ejecutivo Federal hizo referencia a los hechos de violencia que se han registrado en el municipio chiapaneco limítrofe con Tabasco, y dijo que: “Esto que está sucediendo en Tila que es muy lamentable, porque no es la lucha contra el aparato del Estado opresor, represor, o la lucha contra un cacicazgo, no, es una confrontación entre el mismo pueblo, porque no se ha podido armonizar, buscar la unidad”.
Y a renglón seguido dijo que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) protegió a los habitantes que fueron desplazados de su localidad a otras como Petalcingo y Yajalón, y que la presencia de las autoridades ya “apaciguaron las cosas”.
A su vez refirió que le dio instrucciones a las titulares de Gobernación, Seguridad y Bienestar para “ayudar a la gente”: “Ya hay dos campamentos, se les están llevando alimentos, pero lo que queremos es buscar el acuerdo para que regresen a sus comunidades, y que regresen a sus casas, y que regrese la paz”.
Un par de horas después de los dichos del Presidente, la Red Todos los Derechos Para Todos emitieron un comunicado en el que indicaron que los habitantes de la zona: “Viven una fuerte crisis de violencia que tuvo su máxima expresión entre los días 4 y 7 de junio de 2024 cuando un grupo armado ocupó el poblado provocando asesinatos, quema de casas, saqueo de bienes y personas heridas. De acuerdo al testimonio de pobladores se señalaron casos de violencia sexual hacia mujeres y niñas”.
La Red indica que dicha situación fue denunciada públicamente, sin que los 3 niveles de gobierno tomaran las medidas para evitar que escalase, y destacó que en los “últimos años surgieron varios grupos armados antagónicos, provocando asesinatos, amenazas, extorsión, y diversas formas de violencia aterrorizando a la población en general”.