La política de soberanía energética que se mantiene desde la administración anterior no ha generado los resultados esperados, pues la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue importando combustibles y priorizando la producción de productos de baja calidad y altamente contaminantes como el combustóleo.
En un análisis de México Evalúa se menciona que “la resistencia al cambio en el modelo de negocios impide generar valor económico y rentabilidad para el Estado”, una situación que ya llevó a que la población mexicana ya no tenga acceso a proyectos financiados con recursos generados por la paraestatal.
“Con un patrimonio negativo y un balance en el que sus pasivos duplican a sus activos, la empresa depende de subsidios y transferencias públicas para sobrevivir. A pesar de los apoyos del Gobierno Federal, el patrimonio de Pemex sigue disminuyendo a un ritmo más rápido que la reducción de sus deudas. La empresa estatal enfrenta una quiebra técnica insostenible que erosiona la capacidad del Estado para sostenerla con subsidios”.
En ese sentido, es válido destacar que el Gobierno Federal ha apoyado a Pemex con un total de 1.5 billones de pesos desde 2019, de los cuales 500 mil millones son recursos que la petrolera ha dejado de pagar al Estado como consecuencia de la reducción progresiva de la tasa del Derecho por la Utilidad Compartida (DUC), que pasó de 65 % en 2019 a 30 % en 2024.
“Si consideramos que la compra de la refinería Deer Park de Shell, en Estados Unidos, fue por mil 489 millones de dólares, el apoyo del gobierno a Pemex en este sexenio sería equivalente a comprar 33 refinerías”.
Del mismo modo, la deuda de la empresa, que en su último reporte asciende a más de 1.910 billones de pesos, 6.4 % más que al cierre de 2023, ha impactado en su capacidad de respuesta de para llevar a cabo sus operaciones rutinarias, a lo cual se suma la deuda acumulada con sus proveedores de bienes y servicios que sigue sin ser pagada de manera adecuada, y que al cierre del año pasado provocó una crisis principalmente para las pequeñas y medianas compañías.
Razón suficiente por la que México Evalúa considera fundamental que el Estado desarrolle una política de propiedad que defina claramente sus roles y obligaciones como propietario de estas empresas, estableciendo objetivos claros, funciones, organización institucional y mecanismos de rendición de cuentas.
Del mismo modo, se pide revisar modelo de negocios para alcanzar la máxima rentabilidad posible en un marco de sostenibilidad, así como realizar y publicar estudios de factibilidad de las nuevas inversiones que ayuden a incrementar su patrimonio.
El centro de análisis advierte que es necesario analizar la factibilidad de orientar el portafolio de pasivos de Pemex hacia el mercado interno, con miras a disminuir la exposición de sus obligaciones a la volatilidad del tipo de cambio. Realizar y publicar una revisión de todos los proyectos de inversión de Pemex en los estados para alinear estrategias de transición energética subnacional.