NACIONAL

Asignan 120 mil mdp más a Tren Maya

* Reportan pérdidas por mil mdp……

Hay que resaltar que los argumentos para la construcción del Tren Maya fueron muy claros: voltear a ver al sureste, respeto a la flora y fauna, detonar la economía local-regional e impulsar el turismo y la historia cultural.

Seis años después, se ha comprobado que este proyecto lleva paso lento, pero lo peor del tema es que sigue dejando una estela de destrucción y dudas en los distintos tramos donde se han edificado las terminales de la ruta, dejando en claro que la construcción no ha sido bien planeada.

Fuentes consultadas que están ligadas a la construcción del Tren Maya, aseguran que en los primeros tres años de actividades, la planeación del Tren Maya ha dejado mal sabor de boca entre los habitantes de la región sureste del país, que se han visto afectados por dicha planeación.

Los viajeros aseguran que durante kilómetros y muchas horas de camino, han podido descubrir miles de árboles tropicales, pero también hay zonas en donde resaltan terrenos áridos pegados a las vías donde difícilmente volverá a crecer vegetación o pasan animales salvajes a quienes se invadió su hábitat.

Mención aparte merece hablar del paso del tren por los cenotes, donde se ha comprobado el daño medioambiental, en muchos casos irreversibles, y donde el actual gobierno está por iniciar una auditoría y estudios sobre la calidad del agua para conocer el daño ocasionado, así como contemplar acciones de mitigación, pues no se realizaron estudios medioambientales ni se previeron afectaciones por ingresar más de 15 mil pilas de concreto y acero.

Esperemos que dichos estudios se basen en valoraciones técnicas y no político-económicas.

Las fuentes aseguran que poder llegar a una estación es un escenario casi desolador. Todavía hay trabajadores realizando distintas labores, guardias nacionales y algunos turistas, estos espacios lucen vacíos, sin tiendas o centros comerciales como se prometió y productos que detonarían con su venta la economía de las comunidades. Nada de eso ha sucedido.

Esas mismas fuentes denuncian que el capricho de Andrés Manuel López Obrador por terminar la obra, alejaron las estaciones de las poblaciones y el traslado de cualquier visitante a las zonas turísticas y hasta los mismos pobladores, les requerirá un gasto adicional por regiones completamente abandonadas. Es por ello que el tren sigue pareciendo lejano y las centrales camioneras son más utilizadas en las comunidades cercanas.

Ni hablar de sus diseños, que, aunque funcionales, son fríos, grises, que no atraen a conocer del enorme potencial cultural, arqueológico e histórico de esa región del país.

Las fuentes aseguran que un sexenio después, se ha asignado a la construcción del Tren Maya un apoyo de 120 mil millones de pesos más de lo presupuestado, y se denuncia que el gobierno expropiará alrededor de 70 terrenos de particulares que en conjunto alcanzarán las 66 hectáreas de superficie para hacer obras adicionales de esta megaobra.

A esto hay que sumar pérdidas por más de mil millones de pesos, con una caída de 25% de pasajeros, incertidumbre por viajar sobre balasto de mala calidad, sin alcanzar los 120 kilómetros por hora prometidos y con turistas a veces desesperados por la falta de alimentos, agua en trayectos que duran entre 5 y 6 horas cuando deberían ser de máximo 2.

Lo más criticable de las construcciones faltantes del Tren Maya, según reportan fuentes locales es que los guardias de algunas estaciones trabajan con miedo por el acecho de jaguares que rondan las vías en busca de pasos de fauna que parecen más trampas mortales de humanos y depredadores o tapires atrapados por kilómetros, intentando cruzar por lo que un día fue su hábitat, luchando además con el estigma de ser una “amenaza” o “fauna nociva”.

Finalmente, las fuentes denuncian ante la notoria opacidad con la que se manejan los elementos de la Sedena y la forma como pretenden informar sobre sus actividades.

Las fuentes recuerdan que la dependencia operadora de la empresa Tren Maya, abrió una licitación para contratar un servicio de monitoreo y análisis de medios con el fin de dar seguimiento en tiempo real de las menciones en prensa escrita, plataformas web, redes sociales y medios electrónicos y con ello proteger la imagen pública del megaproyecto e implementar estrategias de alerta temprana para el manejo y prevención de crisis.

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