CULTURA

Luzia, las huellas de un viajero incansable, en el Museo Tamayo

Viajero incansable, el artista brasileño Paulo Nazareth ha hecho de su itinerancia toda una aventura artística, como lo demuestra en su exposición Luzia, la primera que de manera individual presenta en México, a través del Museo Tamayo del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).

Cada obra suya es una muestra de que, más allá del exotismo de los lugares en los que ha estado, compuso un auténtico cuaderno de viajes, como si fueran las memorias de un nómada.

Fotografías, esculturas, videos, dibujos, pinturas y mucho material documental y artístico confirman que Nazareth es una especie de artista de campo que prefiere el aire libre a la soledad de un frío estudio, esperando que la inspiración salga a flote.

El artista expone sus reflexiones sobre la frontera más grande del mundo, entre otros temas de interés general y multicultural. Siguiendo esta línea, en Luzia no faltan las abiertas críticas al capitalismo salvaje.

El título de la exposición es un homenaje a Santa Luzia, su pueblo natal, así como a la enigmática figura de Luzia, que representa una santa, un fósil, un ancestro y un territorio afroindígena.

En una sala del museo, el artista invita a los espectadores a dibujar el rostro de su madre para que sea colocado en cada una de sus paredes, como un recordatorio de la importancia de escuchar las narrativas ocultas de la maternidad y la ancestralidad. Con esto parece advertirnos que es un viajero infatigable que no olvida sus raíces ni su identidad.

En general, Luzia (curada por Fernanda Brenner y Diane Lima) es una exposición para recorrer con detenimiento y reflexionar sobre los planteamientos formulados por el artista brasileño. Con una dinámica más cercana a la narración oral que a las explicaciones normativas o didácticas, la obra de Nazareth reflexiona sobre las numerosas conexiones entre las exhibiciones y las experiencias personales.

Luzia es un viaje que conduce al encuentro con los otros y con el yo mismo, sin perder identidad, y presenta historias con las que el artista interactúa al integrarse en la vida de las personas y recolectar relatos mientras camina cruzando fronteras.

Hasta el 9 de febrero de 2025 se presenta la exposición Luzia, de Paulo Nazareth, en el Museo Tamayo, ubicado en Reforma y Gandhi, Bosque de Chapultepec. Abierto de martes a domingo, de 10 a 18 hr.

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