La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) es el mercado accionario de América con la mayor pérdida en lo que va del año por el temor de inversionistas ante el posible impacto de la reforma judicial planteada por el Ejecutivo federal. Además, la recuperación bursátil dependerá de que los ajustes que apruebe el Congreso de la Unión no sean tan drásticos, advirtieron especialistas en la materia.
El Índice de Precios y Cotizaciones de la BMV cerró ayer en 52 mil 654 puntos, una pérdida acumulada en el año de 8.2%, el peor resultado entre los principales indicadores bursátiles de América, incluso debajo del índice Bovespa de Sao Paulo, Brasil, que registra una caída de 6.0% en el mismo periodo.
Al inicio del año el principal indicador de la bolsa mexicana tuvo una racha ganadora que lo llevó a un máximo histórico de 58 mil 712 unidades.
Ese repunte se dio en el entorno de una burbuja global en todas las clases de activos, porque se han registrado máximos históricos en las bolsas de Estados Unidos y Europa, en los precios de metales como el oro e incluso en las criptomonedas, explicó el presidente de Bursamétrica, Ernesto O’Farrill.
Desde entonces, y conforme avanzó el proceso electoral, el mercado perdió fuerza y el 2 de junio “vino una corrección importante en la bolsa por la incertidumbre que se ha generado a raíz del control del Congreso por parte del partido en el poder, y la posibilidad de aprobar reformas que pueden implicar una destrucción del marco institucional del país”, advirtió.
Eso preocupa al mercado, y por eso se ve el comportamiento a la baja de la BMV, con una caída de poco más de 8% en el año, pero parece que es una sobrerreacción, estimó Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia LATAM.
Mientras no haya mayor distanciamiento entre Sheinbaum y el presidente AMLO, se podría ver una tendencia a la baja en los mercados, sobre todo hacia septiembre, cuando se estén discutiendo o aprobando las reformas en el Congreso, advirtió el presidente de Bursamétrica.