El Partido Revolucionario Institucional (PRI) aún no cierra la herida de su peor derrota electoral en la historia y ya tiene otro problema: la división de sus militantes por el intento de reelección de Alejandro Moreno, presidente del Comité Ejecutivo Nacional de este instituto.
La Comisión Nacional de Dictamen del PRI prepara una reforma a los Estatutos del partido para que Alejandro Moreno se pueda reelegir hasta ocho años más como líder del partido tricolor.
La propuesta de reforma a los Estatutos ya fue aprobada por una Mesa Temática formada por unos 100 priistas, y ahora será puesta a votación en la 24 Asamblea Nacional que se llevará a cabo el próximo domingo 7 de julio.
El intento de reelección de Alejandro Moreno no ha pasado desapercibido: por un lado sus aliados políticos respaldan su intención de permanecer en el cargo, mientras otro grupo de priistas, que incluye a expresidentes del partido y exgobernadores, se ha manifestado en contra de la estrategia del dirigente.
“El PRI quedaría al borde del abismo con la posibilidad de dar un paso adelante”, dijo Dulce María Sauri Riancho, expresidenta nacional del partido tricolor, sobre la posibilidad de que se modifiquen los Estatutos para permitir la reelección de la dirigencia actual.
“Tenemos que adecuarnos a las circunstancias que estamos viviendo, tampoco es algo fuera del lugar”, defendió Manuel Añorve Baños, coordinador de los priistas en el Senado y aliado político de Alejandro Moreno.
Las voces de Dulce María Sauri y de Manuel Añorve, priistas de primera línea, son reflejo de la fractura que se vive dentro del partido por el intento de reelección de Alejandro Moreno, quien ocupó la dirigencia nacional en 2019 y debía dejarla en 2023, pero se ha mantenido en el cargo al impulsar reformas a las normas internas de su instituto.
Dulce María Sauri, también expresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, alertó sobre la intención de Alejandro Moreno de reelegirse desde hace dos semanas, cuando los comités estatales del PRI y las organizaciones afines al partido todavía se estaban reuniendo para definir los temas a tratar en la 24 Asamblea Nacional.
La priista ha sido crítica de la gestión de Moreno desde 2021, año en el que el partido comenzó a ligar derrota tras derrota para pasar de 12 gubernaturas a quedarse solo con dos (Durango y Coahuila).
“Prácticamente el PRI ha quedado reducido a su mínima expresión de ser una estructura territorial muy fuerte. ¿Cómo es posible que el primer paso del PRI, luego de las elecciones, sea modificar sus estatutos para reelegir a una dirigencia que en cinco años ha cosechado grandes fracasos y retrocesos?”, lamentó Dulce María Sauri.
El día de ayer, unos 262 priistas publicaron un pronunciamiento conjunto en el que criticaron que en las elecciones de este 2024 el partido tuvo sus “peores resultados en su historia”, al mismo tiempo que pidieron evitar que Moreno se perpetúe en la dirigencia nacional.
A pesar de estos reclamos, la propia Dulce María Sauri es pesimista en lo que puedan lograr, pues actualmente los aliados de Alejandro Moreno ocupan puestos clave: coordinan las bancadas del PRI en el Senado y la Cámara de Diputados, administran la Secretaría General del partido y controlan los comités estatales de la formación tricolor.
“El presidente del Comité Nacional tiene prácticamente dominadas las estructuras formales del PRI. Conozco el partido, conozco los movimientos que se han dado, conozco las decisiones que se han dado para excluir de cualquier cargo de representación popular o partidistas a aquellas personas que no sean incondicionales del presidente del partido o se plieguen a su voluntad”, cuestionó Dulce María Sauri.
A falta de que se concrete una posible reelección de Alejandro Moreno, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) pinta para ser la instancia a la que los priistas inconformes podrían recurrir para echar atrás esa determinación.
Sin embargo, el mismo Tribunal Electoral desechó los reclamos de varios priistas que hace un año se quejaron de una reforma que permitió a Moreno no abandonar su cargo en 2023 como estaba establecido, sino que su mandato se extendió hasta 2024 para que pudiera participar en el proceso electoral de este año.
Ante este panorama, Dulce María Sauri advierte que una tarea importante para los priistas que se oponen a su líder nacional será “romper el silencio, romper la resignación y la indiferencia” para encontrar espacios en los que puedan ser escuchados.