Mostrando, de entrada, prudencia, mesura y respeto, el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar Morales, respondió a los señalamientos que lanzó el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en su contra y negó ser adversario del titular del Ejecutivo Federal.
En ese sentido, el integrante del máximo tribunal en el país calificó de “deshonestos” los señalamientos en su contra que se vertieron durante la sección Quién es quién de las mentiras de la semana en la conferencia del miércoles 12 de junio, debido a que no tendrían pruebas ni sustentos para los mismos.
Por otra parte, explicó que si algo ha caracterizado su carrera como funcionario, la cual tiene más de 50 años, ha sido la honestidad, por lo que sentenció que no tiene incertidumbre y su conciencia se encuentra tranquila; a pesar de ello, se dijo a favor de que el mandatario comente su sentir, aunque recomendó que sea con pruebas, pero reafirmó que no es adversario del político tabasqueño.
“Eso es de deshonesto, verdaderamente no tiene el sustento, fundamento, ni prueba alguna para sostener esa opinión, desde luego si algo ha caracterizado mi vida como funcionario durante más de 50 años ha sido la honestidad (…) yo no tengo ninguna preocupación ni ninguna incertidumbre (…) nunca he sido adversario del señor presidente”, aclaró.
De igual manera, Aguilar Morales rechazó ser tildado como “el más tenaz violador de la Constitución”, como se le nombró desde Palacio Nacional; sin embargo, reiteró que López Obrador tiene el derecho de opinar lo que desee, debido a que sólo es su percepción y no la realidad de su persona.
Agregado a ello, destacó que no es un personaje conservador y que, por el contrario, viene de una familia que luchó en movimientos sociales y que participó en consignas a favor del pueblo: “Mi abuelo paterno era un tranviario de aquí de la Ciudad de México y un socialista convencido. Mi abuela paterna en Mérida, Yucatán, era una de las principales líderes de un movimiento social que fue el primer Congreso feminista de América Latina”.
El ministro indicó que en todo el tiempo que lleva en la Suprema Corte no ha recibido alguna observación o queja de sus procedimientos, además de que destacó que no tiene vínculos con alguna empresa ni se ha afiliado a algún partido político, por lo que no pueden decir que ha beneficiado a sectores en específico.
“En ninguno de los encargos que me ha hecho el país he tenido, jamás, alguna observación y una preocupación de alguien respecto de algo que haya hecho indebidamente”.
Vale destacar en ese sentido que la reforma propone que jueces, magistrados y ministros sean electos popularmente, lo cual, según el Ejecutivo, no genera incertidumbre económica en el país, luego de la volatilidad que ha tenido el peso tras las elecciones del pasado 2 de junio.