En las calles de suelo mexicano abundan centroamericanos de tierra salvadoreña, venezolana, guatemalteca, quienes se han estado integrando a diversos mítines de candidatos y candidatas morenistas de estados del sur de la república.
Como ocurrió el pasado 28 de mayo, cuando migrantes provenientes de Tecún Umán, Guatemala, fueron transportados desde la línea fronteriza con playeras y gorras de Morena, en un mitin del candidato Sergio Peralta, quien contiende por la alcaldía de Suchiate, Chiapas.
Los centroamericanos atravesaron el río Suchiate a través de balsas y posteriormente fueron dirigidos a la caminata que organizó el candidato del partido guinda, por las principales calles y avenidas, para demostrar el supuesto respaldo de la población.
En algunas imágenes que circulan en redes sociales sobre el evento, se pueden observar motocicletas con placas de Guatemala y propaganda a favor del hijo de la presidenta con licencia de Suchiate, Sonia Eloína Hernández Aguilar.
A esta movilización de extranjeros se sumó el acarreo de habitantes de otros municipios aledaños y ejidos de Ciudad Hidalgo, los cuales fueron trasladados en vehículos particulares y transporte público.
De acuerdo con informantes allegados al equipo de campaña de Peralta Hernández, algunos ciudadanos guatemaltecos han obtenido credenciales de elector mexicanas con el fin de votar a favor de Morena en las elecciones de mañana domingo 2 de junio.
¡Vaya momento de desesperación de Morena!.. inmigrantes ilegales metidos en el proceso electoral. Inmigrantes ilegales que probablemente vayan a ejercer “su voto”, por eso se esconden, y tal parece que se les olvidó que violan la ley en su Artículo 34 constitucional.
Este es sólo uno de los muchos casos que, probablemente, ocurren en toda la república mexicana, lo que da a pensar que pueden ganar a la mala, corrompiendo leyes, con el vil
descaro y cinismo presente de la CORRUPCIÓN, la cual presumían acabar y de la que achacaban a gobiernos “fifís”, llenándose los bolsillos de dinero del pueblo, de gente buena y trabajadora, sin duda son una vil lacra que nos gobierna.
Incluso, podemos decir que todo empezó cuando el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, durante todo su sexenio sólo se enfocó en atacar, en mantener un discurso político de odio, sin solucionar ninguna aqueja ciudadana, sólo dejó más pobres a los pobres, más ricos a los ricos, dejó más muertos, más madres desconsoladas al no saber los paraderos de sus hijas o hijos, que no sólo han sido víctimas de violencia de género, sino son víctimas de una “violencia autorizada” por el gobierno, violencia ejercida por el crimen organizado que se encuentra metido hasta los huesos de la administración federal en turno.
Con qué cinismo piden que voten por Claudia Sheinbaum, quien supuestamente será quien siga con la falsa 4T, una transformación fingida, una transformación que sólo benefició a la familia obradorista, a sus hijos, que despilfarran el dinero en restaurantes caros en el extranjero, en colegios de prestigio.
Por qué si dice que el país es más seguro y la educación pública de calidad, por qué su hijo menor no estudia en escuela pública, porque sus hijos siendo “ninis” son multimillonarios, esto es lo que se pregunta la gente, el pobre, el que recibe tres pesitos del gobierno, sabedor de que ese dinero es una trampa.
Es inentendible lo que está sucediendo en México; López Obrador le dio inmunidad e impunidad al expresidente Peña Nieto cuando dijo que lo iba a someter a juicio por traidor a la patria, por qué justamente cuando se termina su sexenio, Enrique Peña Nieto ya puede ingresar a suelo mexicano como si nada.
Son sólo una falsa transformación, que dejó a un país más herido, a mucha gente que tiene que rendir cuentas por un patrimonio que le ha costado todo su esfuerzo y trabajo, cuando los que están en este gobierno, no reportan un solo peso al SAT, se inventan misceláneas fiscales solo para robar “legalmente” a gente que pone sus negocios con todas las de la ley, mientras que ellos, evaden impuestos.
No señores, no es justo que, si los mexicanos ya tienen un penar, miedo de salir a las calles, que no cuenten con salarios dignos, o a veces ni tengan trabajo, ahora tengan que convivir con centroamericanos que, llegan a México en busca del sueño americano y son ¡reclutados y engañados! por políticos morenistas para engordar sus filas.
Les dan migajas de comer, tres pesos para mantenerse, y hoy, ¡una credencial de elector amañada!, para que, sin saber por qué y para qué, voten en estas elecciones, robando espacios a electores mexicanos.
Bien dicen que “el miedo no anda en burro”, y a López Obrador se le ha hecho fácil amañar el proceso electoral metiendo a centroamericanos a las urnas, lo cual no se debe permitir, por ningún motivo.
Tanto defienden la soberanía mexicana, que ellos mismos la destrozan credencializando a centroamericanos para que voten a su favor el día de mañana.
Es un hecho, entonces, que mañana vean rondando extranjeros por las urnas, pagados y credencializados por el Gobierno Federal, lo cual debe ser expuesto ante los ojos de todos los mexicanos.
Pero salgan a votar, por el partido que gusten.