Para el actor y productor Diego Luna, el periodismo es esencial para trazar el camino como ciudadanos y para entendernos como parte de un contexto, por eso decidió participar en la producción de “Estado de Silencio”, documental que retrata la violencia contra comunicadores independientes en México.
Dirigido por Santiago Maza y producido por “La Corriente del Golfo”, casa productora fundada por Diego Luna y Gael García Bernal, el documental se estrenó este lunes en el Festival Internacional de Cine de Tribeca, en Nueva York, y cuenta la historia de los periodistas mexicanos Jesús Medina, Marcos Vizcarra, Juan de Dios García Davish y María de Jesús Peters, que salió al exilio por amenazas del crimen organizado.
Luna lamentó la situación grave y alarmante de violencia contra los periodistas, que se ha normalizado en nuestro país por décadas: “Este documental no debería existir, y el que exista es una señal más de que nos tenemos que involucrar como ciudadanía y esto tiene que cambiar, porque la historia del periodismo, de los periodistas tiene que ver con nosotros, con los ciudadanos.
“Nos tenemos que volver parte de ese reclamo al Estado, porque ejercer el periodismo en México no debería costar lo que cuesta”, dijo.
Cuestionado sobre el ataque desde el poder contra periodistas y como se hace desde las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, Luna señala: “Justamente por eso hicimos un documental, yo creo que lo dice todo, y es a través de contar las historias de estos periodistas que podemos manifestarnos”.
Santiago Maza contó que después de seis años de haber trabajado en “Estado de Silencio”, el documental muestra la problemática que enfrentan los periodistas, “pero el vivirla de cerca es otra historia, porque te das cuenta que es todos los días”.
Al destacar la valentía de los personajes, el director mencionó que el principal problema “es que no se tiene entendido que negar el problema es la primera fuente de violencia.
“Cuando estas cosas pasan, y la autoridad en cualquiera de sus niveles niega el problema, esa es la primera forma de violencia, porque se rechaza la solución y al revés, se magnifica. Quien está siendo el agresor se da cuenta que no va a haber ningún cambio, va a haber impunidad, no se va a perseguir el delito y eso creo que es importante que los gobernantes lo entiendan. El no reconocerlo es magnificar un problema que va directamente atacando a profesionales y a sus familias, entonces el precio es muy alto y hay que ser exigentes como ciudadanos, y como humanos, como políticos y empresarios, todas las personas que tienen en su poder la capacidad de hacer un cambio inmediato en la vida de los periodistas”, refirió.
Ante el fin del sexenio de López Obrador y la transición al mandato de Claudia Sheinbaum, para el director del documental “es una oportunidad” de voltear a ver al periodismo y a quienes lo ejercen en el contexto de violencia.
“La administración pasada, después de haber prometido que iba a atender el problema, desaprovechó por completo una oportunidad dorada de atender y buscar soluciones. Me gustaría pensar que la administración que hoy está planeando un sexenio tenga claro que la violencia contra los periodistas es una cosa de jerarquía muy alta a nivel de problemática nacional y que este documental y muchos otros trabajos que ya existen y que se seguirán haciendo van a exigir que así sea”, expresó.