La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), Myrna Araceli García Morón, firmó un Convenio de Colaboración con el director general del Instituto de Análisis de Política Familiar, Juan Antonio López Baljarg, para impulsar acciones que promuevan y protejan los derechos humanos y resaltaron la necesidad de crear familias sostenibles para eliminar las tres pobrezas que las familias enfrentan: la económica, la de tiempo y la de afecto.
La titular de la Casa de la Dignidad y las Libertades aseguró que el reto es mayúsculo y anunció que de manera conjunta se iniciará una campaña para permear en los hogares, escuelas y en cada persona servidora pública del gobierno estatal y, sobre todo, para poner sobre la mesa la necesidad de rediseñar políticas públicas a partir de la familia.
Precisó además que la sociedad tiene una deuda con la familia e hizo un llamado a formar familias desde las políticas públicas, al ser un ente de igualdad donde comienza la defensa ante desigualdades, donde se enseñan principios de igualdad de género y de prohibición de discriminación, de inclusión, para abrazar la diversidad, y la primera escuela de valores como la responsabilidad.
Sostuvo que seis Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU tienen relación directa con la familia, por ello es importante saber de qué manera la acción gubernamental y la garantía de los derechos humanos pueden permitir realmente que la sociedad se vuelva a equilibrar y sanear; dijo que hay desafíos personales, privados y públicos, necesarios para concretar una sociedad justa, igualitaria y en paz, sobre todo, una sociedad con familias mexicanas sostenibles que den equilibrio.
Por su parte, Juan Antonio López Baljarg subrayó la necesidad de incluir una visión de sostenibilidad familiar pues existen retos como la atención a los tres tipos de pobreza: económica, de tiempo y de afecto, que derivan de la informalidad laboral, del tiempo prolongado de padres y madres para trasladarse al centro de trabajo (800 horas al año o un mes completo) o para ir a sus dos empleos que les permiten tener ingresos, lo que conlleva a restar tiempo a la convivencia familiar y a su vez provoca fragmentación, abandono, violencia y suicidio de sus integrantes.
Un área de oportunidad es que las familias son clave para el desarrollo educativo en el país y la convivencia familiar ayuda a prevenir adicciones, ya que un estudio realizado en coordinación con una fundación reveló que se reduce 7 veces la posibilidad del consumo de drogas de una niña o un niño, si se tienen 3 comidas o reuniones familiares por semana; además, la ONU exhorta a la sostenibilidad familiar porque en seis de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, las políticas familiares son esenciales.