¡Dinero, dinero, dinero! Todo es dinero siempre, este que lo compra todo, bueno, “casi todo”, porque la vida ni tiene precio ni se puede, pero todo en este México querido tiene precio, y hay quienes prefieren seguir “comprando conciencias” hasta que se “cuaje el proyecto socialista en este país”, después, quién sabe con qué vayan a salir.
Pero ese no es el tema, sino que el Gobierno del Estado de México sigue repartiendo dinero a diestra y siniestra, como lo han hecho saber recientemente con el “apoyo” que se les dará a los campesinos por la pérdida de sus cosechas; pero también están el Programa de Desarrollo Social “Mujeres con Bienestar”; Programa de Desarrollo Social “Servir para el Bienestar”; Programa Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente”; mientras que el gobierno federal tiene un sinfín de programas para los mexicanos y todos tienen que ver con “regalar dinero”.
Sin embargo, lo hemos comentado en innumerables ocasiones, que el dinero que se “regala”, lejos de sacar de la pobreza a las familias que lo reciben, lo único que están logrando es convertir a los integrantes de esas familias en haraganes mantenidos, pero pobres, siguen siendo pobres, no hay dinero que alcance hoy en día, por lo que de nada sirve que “se desperdicie” ese recurso cuando hacen falta escuelas y hospitales dignos, bacheo de calles, caminos y carreteras; vialidades más amplias y desfogues para evitar el acumulamiento de autos que, además, aportan para la contaminación ambiental.
Pero también, hay que considerar que, en lo que a hospitales se refiere, se necesita, ¡en todos!, más médicos especializados, que los residentes reciban una compensación ¡digna!, si no se le quiere llamar salario, pues los jovencitos que son obligados a hacer su servicio social en los nosocomios públicos, reciben, si acaso, 300 pesos quincenales para poderse mover, lo cual, estarán de acuerdo, ¡es una miseria!, lo que influye en un mal desempeño de quienes quieren ser médicos.
Por otro lado, todos los hospitales públicos, ¡tooodos!, carecen de lo más elemental. Los responsables de pagar a los proveedores de hospitales, se hacen ojo de hormiga para jinetear el dinero que a esos les corresponde, aunque, es un hecho, los proveedores, hoy por hoy, son los amigos, parientes o recomendados del titular del Sector Salud o los que ordenan “los de allá arriba” que sean, para poder inflar los costos y repartirse las diferencias. Ello ha llevado a que en muchos hospitales ¡no haya ni reactivos para poder hacer un examen de sangre a los enfermos!, de ahí la fama que, el que entra a un hospital público, sale con los pies por delante, siempre, así haya ido por un dolor de estómago.
Y qué decir de equipo médico como rayos X o tomógrafo; bueno, no hay ni para un electrocardiograma o un ultrasonido, porque definitivamente nadie pone atención a esas carencias, pero sí reparten cientos de miles de millones de pesos a los “mantenidos del gobierno” -literal- para tenerlos “sometidos” a los designios del “alto mando” de la administración.
Y si nos vamos a las escuelas, la situación está igual o peor, como se demuestra en este periodo vacacional, donde los padres de familia tienen que ir a pintar las escuelas, salones, reparar bancas, arreglar baños, dar mantenimiento a patios y canchas, a pizarrones, a escritorios porque nadie del sector educativo le da seguimiento a las necesidades de los centros escolares, principalmente rurales.
Sí, en esas zonas rurales donde, en pleno siglo XXI, hay alumnos que se tienen que sentar en tabiques o de plano en el suelo. Donde no tienen ni una hoja de papel, por ende, ni un pizarrón, de no ser por el que presta el maestro o la maestra.
Los baños, si es que tienen, peor que letrinas y ¡sin agua!; la insalubridad a todo lo que da, y el bajo desempeño de los infantes al tener que “estudiar” en tan precarias condiciones, sin tomar en cuenta, aún, que los libros de texto sirven para dos cosas: “para nada y como papel de baño”.
Pero nadie se fija en ello. Están las autoridades de todos los niveles de gobierno más preocupadas por seguir comprando a la “borregada” para que esta sirva “de apoyo” en sus fines mezquinos de riqueza absoluta para unos cuantos, que en verdad trabajar por el desarrollo, no sólo del Estado de México, sino de todo el país.
Claro, al mexicano se le hace más fácil “estirar la mano” que exigir cambie su nivel de vida y, volvemos a lo mismo, con mejores escuelas, mejores clínicas, mejores hospitales, mejor infraestructura urbana, hídrica y hasta con mejores tiraderos de basura o recicladoras de agua.
Eso es lo que falta en la mayoría de los municipios mexiquenses y en todo el país, para qué nos hacemos tontos, pero no se aplican los recursos de los contribuyentes como debe de ser.
Para colmo, estamos viviendo, en México, una etapa crítica con la “fuga de capitales”, cierre de empresas e industrias que dan -daban- trabajo a miles de mexicanos, de ahí el haber aprobado otro programa de “manutención de haraganes” como es el “seguro de desempleo” que, de seguir al alza esa cesantía, no habrá dinero que alcance para otorgar ese seguro recién aprobado.
Dicho sea de paso, llama la atención que se haya aprobado ese seguro, significando ello que ¡no hay empleos suficientes para la población económicamente activa! O, mejor dicho, preparada para poder obtener una plaza laboral porque, pues no hay plazas.
En el Estado de México, podrían dar hasta 12 mil pesos por desempleado y, según datos oficiales, para el 28 de julio, se habían registrado 35 mil personas, de las cuales, sólo algunas serán seleccionadas para recibir ese beneficio (claro, no hay dinero que alcance), no sin antes considerar que la tasa de desempleo en el Estado de México, también, según cifras “oficiales”, es de 3.6 por ciento, con una población ocupada de 8.02 millones de personas; pero si se aprobaran los 35 mil registros, estamos hablando de 420 millones de pesos que el Gobierno tendría que desembolsar en los próximos 6 meses; la pregunta es, ¿de dónde?.
¿De dónde? Pues de todo lo que se ha dejado de cubrir para beneficio de la población. ¿Creen que eso es justo? Lo más triste es que México va derechito a un Estado fallido como Venezuela, Cuba, Chile, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, entre otros, donde la población se está muriendo de hambre, literalmente, o tratando de liberarse del yugo socialista.
En fin, que la repartición de dinero hasta el momento les ha funcionado “a los de arriba” y ha beneficiado a unos cuantos, empezando por el Ejército Mexicano que, una manera de “mantenerlo de su lado” es a través de cientos de miles de millones de pesos, olvidándoseles que están para salvaguardar a México ¡con todo y mexicanos!, y no sólo a los del poder, pero, volvemos a lo mismo, dinero, dinero y más dinero, todo es dinero para poder subsistir…