El panorama económico, ciertamente, no es el más optimista y mucho menos confiable para las finanzas públicas, menos cuando se ha informado que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), considerando la medida más amplia de la deuda, se ubicó al cierre del segundo trimestre del año en 16 billones 030 mil 700.7 millones de pesos, monto equivalente a 47.2 % del PIB, de acuerdo con información que proporciona la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Fuentes que saben del tema adelantan que “este saldo será 50.8 % para el cierre de 2024″, según advirtieron analistas del grupo financiero BBVA, al analizar la trayectoria de la deuda.
De acuerdo con el análisis de BBVA, se considera que a partir de 2025 se necesitarán déficits públicos en torno a 2.5 % del PIB para mantener estable este cociente de deuda pública.
Según lo anunciado por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, es previsible que la consolidación fiscal del próximo año lleve el déficit público a niveles cercanos a 3.0 % vs.
5.0 % del PIB en 2024, nivel máximo en los últimos 35 años. Esta consolidación fiscal implicaría un SHRFSP de 51.3 % para el cierre de 2025″, detalló BBVA.
A pesar de ello, reconoció que este nivel no representaría ningún problema para la sostenibilidad de la deuda pública ni para la calificación crediticia soberana.
Si se considera el escenario de BBVA, la cifra es superior a los estimados del gobierno federal, pues, de acuerdo con las pruebas de estrés de la Secretaría de Hacienda, en un escenario base estima que el SHRFSP sea de 48.8 % del PIB para el cierre de 2024.
Incluso, Ramírez de la O aseguró recientemente que el nivel de deuda que se dejará al nuevo gobierno equivale a 48.6 por ciento del PIB, pues se rigió por la determinación de mantener una deuda estable. En un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) se señala que, en cinco años y medio, entre diciembre de 2018 y junio de 2024, el SHRFSP se incrementó en 3.6 puntos porcentuales del PIB, al pasar de 43.6 % a 47.2 por ciento.
Ante dicho panorama, el Imco detalla que, al cierre del primer semestre de 2024, el saldo de la deuda bruta del sector público federal ascendió a 16.76 billones de pesos. De este saldo, 85.4 % corresponde al gobierno federal, 11.5 % a la CFE y Pemex, y el restante 3.1 %, a la banca de desarrollo.
En conjunto, la deuda bruta del sector público se incrementó en 1.67 billones de pesos o 9.3 % en términos reales entre el 31 de diciembre de 2023 y el 30 de junio de 2024.
En estos seis meses, la deuda bruta del gobierno federal creció 10.8 % real: pasó de 12.70 billones de pesos a 14.31 billones de pesos, indicó el instituto con datos de la Secretaría de Hacienda.
Además, del 31 de diciembre de 2023 y el 30 de junio de 2024, el saldo de la deuda bruta interna del sector público federal creció 9.7 % en términos reales, al pasar de 11.45 billones de pesos a 12.77 billones de pesos.
“Aunque el sector público realizó amortizaciones de su deuda interna por 2.59 billones de pesos en enero-junio, se contrajeron nuevas obligaciones por 3.86 billones de pesos, lo que resultó en un endeudamiento interno neto de 1.27 billones de pesos”, explicó el Imco, organismo dirigido por Valeria Moy.