Apenas unos días atrás, el presidente Andrés Manuel López Obrador se mostró a favor de que la Fiscalía General de la República (FGR) investigue si el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, ha incurrido en algún delito de enriquecimiento ilícito.
Ello, luego de ciertos rumores que han señalado posibles irregularidades patrimoniales de él y su familia.
El mandatario dijo estar seguro de que Bartlett ha hecho un buen trabajo y acusó que todo se trata de una supuesta campaña mediática para desprestigiarlo a él y con ello también a su gobierno.
Lo preocupante del tema es que, según datos oficiales que se han filtrado a través de fuentes cercanas a la dependencia, confirman que sí existen irregularidades millonarias al menos en lo relacionado con la administración de Manuel Bartlett al frente de la CFE.
Esas mismas fuentes informantes aseguran que se trata de anomalías durante su gestión que dejaron un daño al erario que supera los 4 mil 800 millones de pesos que, hasta la fecha, no han sido devueltos ni aclarados.
Según auditorias que se han realizado al interior de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se revelan datos en donde se asegura que en el periodo de 2020 a 2023 el análisis de las cuentas públicas arrojó 23 irregularidades graves en la CFE y sus subsidiarias, que dejaron un posible quebranto al erario de 4 mil 867 millones de pesos. Se trata de recursos que, hasta la fecha, no han sido repuestos.
Las irregularidades se extienden por múltiples áreas de la CFE, entre las que destacan CFE Corporativo; CFE Comunicaciones e Internet para Todos; CFE Suministración de Servicios Básicos; y CFE Generación 1.
Las fuentes también destacan que entre las irregularidades encontradas por los auditores se destacan las omisiones en que ha incurrido la administración de Bartlett. Por ejemplo, hay pagos en exceso e injustificados que se hicieron relacionados con el transporte de gas natural a través de diversos gasoductos, así como descuentos mal aplicados a consumidores que provocaron un boquete de 65 millones de pesos tan solo en este renglón.
De igual manera, los auditores también detectaron irregularidades similares a la de la Estafa Maestra. Por ejemplo, la CFE contrató a una empresa llamada Tecniman S.A. de C.V. para un servicio de detección de vulnerabilidades tecnológicas y de ciberseguridad, la cual carecía totalmente de la infraestructura técnica y humana para hacer cualquier servicio. Lo que hizo esa empresa fue subcontratar a otras por una cantidad inferior a la que recibió para cumplir con los trabajos, desapareciendo en el camino millones de pesos.
Y por si ello no fuera suficiente, los auditores también detectaron que hay un significativo boquete de más de mil 600 millones de pesos de cuentas por cobrar a deudores que, inexplicablemente, la gestión de Bartlett Díaz asegura que llevó a cabo, pero no hay documentos que comprueben de que esto realmente ocurrió y que el dinero ingresó a la tesorería del estado.
Profundizando más en tales inconsistencias, según detallan las fuentes informantes, otra grave irregularidad que dejó pérdidas superiores a los 478 millones de pesos tiene que ver con el cálculo y aplicación incorrecta de precios de cobertura a particulares en la distribución de energía eléctrica, como consecuencia de no haber atendido recomendaciones del Centro Nacional de Control de Energía.
Aunque el presidente dice estar a favor de que la Fiscalía General de la República (FGR) indague a Bartlett y su gestión, para ello se requiere la presentación de denuncias. En el caso de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) esta no ha presentado una sola denuncia, a pesar del elevado monto de anomalías reportadas en un periodo de apenas cuatro años.
Las fuentes consultadas también confirmaron que existe una carpeta de investigación abierta desde hace más de dos años relacionada con un posible enriquecimiento ilícito del entorno de Bartlett a través de su pareja Julia Abdalá, la cual hasta la fecha no ha tenido una determinación.
Dicha carpeta se inició tras una denuncia derivada de investigaciones periodísticas en donde se daba cuenta clara que Abdalá era propietaria de al menos 25 propiedades con un valor superior a los 800 millones de pesos, y que a su vez era socia de 12 empresas que podrían haber servido como pantalla.
Por lo pronto parece que la puerta está abierta, y que la esperada investigación se llevará a cabo.