Durante casi tres décadas de historia, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) ha organizado 23 elecciones; ocho extraordinarias y 15 ordinarias: cinco de gubernatura, y 10 de diputaciones locales y ayuntamientos. En todas se ha garantizado el pleno ejercicio de los derechos político-electorales de las y los mexiquenses, en apego a las reglas establecidas en la materia.
La creación del IEEM es producto de la evolución de las leyes electorales en México, y en la entidad, pues aunque la fecha de su fundación se estableció como el 2 de marzo de 1996, con la promulgación del Código Electoral mexiquense, que sustituyó a la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales del Estado de México (LOPPEEM), tiene diversos antecedentes sobre su origen, que se remonta a 1966, cuando se publicó la Ley Electoral del Estado de México (LEEM).
En 1975, se reformó la LEEM y se dispusieron diversas determinaciones, por ejemplo: que toda mexicana y mexicano con 18 años debía inscribirse al Registro Estatal de Electores y que, además, tendría derecho a contar con una credencial de elector.
Es hasta 1995 cuando se plantearon las bases para una nueva institución electoral, encargada de organizar los procesos electorales en la entidad, a través de un organismo público autónomo, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propios, e integrado en la forma en la que posteriormente lo expresará el Código Electoral del Estado de México (CEEM), pilar jurídico y fundamento del IEEM.
En 2022 una nueva reforma constitucional local estableció que los partidos deben establecer la alternancia de género en la elección de gubernatura, así como garantizar el principio de paridad.
Las leyes se modifican y adaptan a las necesidades de la sociedad, lo mismo que el IEEM. El Instituto se ha ido transformado para garantizar, ante todo, los derechos político-electorales de los miembros de la sociedad mexiquense, pero también para fortalecer la democracia, ampliar la participación ciudadana, asegurar la integración de las mujeres a la política a fin de que estén representados todos los sectores de la población en el ámbito electoral.