Trabajadores del Poder Judicial de México iniciaron un paro general indefinido para repudiar la reforma propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Aquí se defienden tus derechos”, “Juzgar no es un asunto de popularidad”, “La mentira es una amenaza a tu justicia”, “Nosotros no damos abrazos a los delincuentes”, señalaban algunas de las mantas que los trabajadores colocaron en diferentes tribunales para convocar al apoyo de la ciudadanía.
En respuesta a la medida de protesta, López Obrador consideró que los trabajadores están en su derecho de manifestarse, a pesar de que la reforma no los afecta.
“Al contrario, se les beneficia. No estamos en contra de los trabajadores de México (…) hay corrupción y privilegios en el Poder Judicial y los trabajadores lo saben, lo que queremos es corregir”, afirmó.
También advirtió que los trabajadores que hacen paro terminan siendo funcionales a jueces, magistrados y ministros corruptos que dejan en libertad a delincuentes tanto del crimen organizado como los de ‘cuello blanco’.
El reclamo central de la huelga es que el Poder Legislativo frene el debate de la polémica reforma judicial propuesta por el presidente, que se lleven a cabo mesas de diálogo con todos los involucrados y que se modifique la iniciativa.
López Obrador propuso cambios integrales al Poder Judicial durante todo su Gobierno, pero aceleró la estrategia este año, que es el último de su gestión, al presentar un proyecto que la semana pasada ya fue aprobado en la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, por lo que ahora pasará para su discusión ante el pleno.
El objetivo del mandatario es que el Congreso apruebe la controvertida reforma en septiembre, es decir, antes de que su sucesora, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, asuma el poder el próximo 1 de octubre.
La jornada de este lunes está cargada de tensión, ya que por la noche la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del PJF (JUFED) realizará una asamblea en la que decidirá si se suma o no a la huelga.
Si la votación es positiva, implicará una paralización del Poder Judicial en todo el país.
A ello se suma otra convocatoria de la oposición para marchar el próximo 8 de septiembre al Senado, con el fin de respaldar a los legisladores de la oposición que rechazan el proyecto.