En medio del intenso debate por la reforma judicial, Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, externó diversas preocupaciones por la elección de jueces y ministros a través del voto popular. “La elección directa de jueces representa un riesgo mayor para el funcionamiento de la democracia de México y la integración de las economías de México-Estados Unidos-Canadá.
Cualquier reforma judicial debe tener las salvaguardas que garanticen que el Poder Judicial sea fortalecido y no esté sujeto a la corrupción de la política”, dijo en conferencia de prensa.
Así, Salazar advirtió una “amenaza a la histórica relación comercial que hemos construido, la cual depende de la confianza de los inversionistas en el marco legal de México”.
En su posicionamiento, el embajador incluso alertó sobre una posible intervención del crimen organizado en el Poder Judicial.
“Las elecciones directas también podrían hacer más fácil que los cárteles y otros actores malignos se aprovechen de jueces y magistrados con motivaciones políticas”.
La reforma judicial es impulsada por el gobierno de AMLO y ha sido duramente criticada por la oposición, especialistas y los propios trabajadores del Poder Judicial. Reforma judicial no resolverá la corrupción judicial, dijo el embajador Ken Salazar. En su mensaje, el diplomático se dijo respetuoso de la soberanía de México y destacó el trabajo junto al presidente Andrés Manuel López Obrador, uno de los principales defensores de la reforma judicial.
Sin embargo, Ken Salazar consideró que la propuesta no eliminará la corrupción judicial ni fortalecerá a dicho poder de México. “También debilitará los esfuerzos para hacer realidad la integración económica de América del Norte y crearía turbulencia, ya que el debate sobre la elección directa continuará durante los próximos años”, advirtió.
Aseguro el diplomático, un Poder Judicial fortalecido en México debe contar con jueces capaces de gestionar litigios complejos para las extradiciones, disputas comerciales y otras cuestiones.
Sin embargo, la propuesta, tal como está, elimina los requisitos necesarios de tener a los jueces más calificados, incluyendo la reducción de los años de experiencia necesarios para servir en todos los niveles del Poder Judicial.