Tres hombres de pocas palabras hablaron con canciones que tocaron las fibras sensibles del pasado de su público este miércoles por la noche en la Arena CDMX. La última vez que pisaron México fue antes de la pandemia de Covid-19, en el ahora lejano 2019.
Niñas, jóvenes, adultas e incluso personas de la tercera edad bailaron, brincaron y disfrutaron de más de dos horas de concierto del grupo Jonas Brothers al norte de la Ciudad.
En mayo cancelaron sus conciertos, y la noche de este miércoles salieron tarde, pero lo hicieron, y demostraron que lo de hace unos meses solo fue un contratiempo, pues cantaron sin parar, haciendo pausas solo para tomar agua cuando las luces se apagaban, y quitar un poco el sudor de su frente.
Entre el público había unos cuantos hombres, en cada sección podían contarse con los dedos de las manos, algunos también brincaban de emoción con cada tema, los demás se limitaban a ver mientras su acompañante, ya fuese su novia, amiga, hija o nieta disfrutaba de escuchar al trío estadounidense.
Así como la música no se detuvo en toda la noche, las fanáticas de la boyband que Disney creó durante la segunda década del 2000 no pararon de gritar, de corear, de disfrutar, de divertirse, más aún cuando los rostros de Nick, Joe, o Kevin eran proyectados en la pantalla. Siendo Joe el que tomaba más protagonismo, siempre al centro del escenario, con una chamarra de cuero, cantando con falsetes entre los instrumentos en vivo, un teclado, una guitarrista agresiva, y la batería.
Nick, por su parte, siempre a la izquierda del público y a la derecha del escenario, de pronto también tomaba protagonismo en algunas canciones. Kevin, sin embargo, estaba casi siempre al margen, concentrado en tocar la guitarra.