Kamala Harris, de 59 años, aceptó formalmente la nominación presidencial del Partido Demócrata durante la convención celebrada en el United Center de Chicago. En un emotivo y entrañable discurso, la sucesora de Joe Biden en la carrera se comprometió a ser “la presidenta de todos los estadounidenses” y a liderar un esfuerzo para sanar las divisiones que marcaron a la nación en los últimos años.
“En estas elecciones, nuestra nación tiene una oportunidad preciosa de dejar atrás la amargura, el cinismo y las batallas que nos dividen”, declaró la candidata, quien destacó su promesa de unir al país en torno a “nuestras mayores aspiraciones”. Haciendo referencia a sus raíces y a su carrera como abogada, fiscal y primera vicepresidenta de Estados Unidos, subrayó la importancia de reconstruir la clase media, a la que considera un objetivo personal dada su propia experiencia.
La candidata recordó los orígenes humildes de sus padres, su niñez en un barrio obrero y la añoranza por su madre, quien le enseñó “a no hacer nada a medias”, mientras relataba su formación en el movimiento por los derechos civiles y su posterior carrera en el ámbito legal.
El evento estuvo cargado de simbolismo y apoyo incondicional de los cinco mil delegados presentes, quienes previamente habían ratificado su candidatura. Entre los asistentes, se destacó la presencia de figuras clave del Partido Demócrata, quienes respaldaron con fervor a la exsenadora de California.
“¡No vamos a retroceder! ¡No vamos a retroceder!”, exclamó la vicepresidenta, mientras la multitud coreaba con euforia el lema.
En su discurso, la primera mujer vicepresidenta de EU también advirtió sobre las “consecuencias extremadamente graves” de una eventual reelección del magnate inmobiliario, haciendo énfasis en el poder que el expresidente podría acumular tras decisiones recientes de la Corte Suprema que le podrían otorgar inmunidad judicial.
La convención demócrata también vio la participación de destacados líderes del partido. Los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton, junto a Michelle Obama, brindaron mensajes de apoyo, destacando la importancia de la unidad y la esperanza en un momento crucial para el país.
Con 74 días por delante antes de las elecciones del 5 de noviembre, la primera mujer afroamericana y asiática en la vicepresidencia de EU se enfrenta al reto de convencer a los votantes de que ella es la líder que puede guiar a la nación más poderosa del mundo hacia un futuro más inclusivo y unido.