“Es demasiado tarde para buscarle errores a la Constitución, y demasiado pronto para presagiar un fracaso a una reforma constitucional que apenas comienza”, afirmó la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, durante la sesión del Pleno donde se discutieron las consultas sobre la reforma al Poder Judicial Federal (PJF).
La ministra recordó que, por mandato constitucional, el pasado 23 de septiembre inició el proceso electoral extraordinario 2024-2025 para la elección de juzgadores federales, por lo que ahora nos encontramos en preparación de un procedimiento complejo derivado de una reforma constitucional que ya fue consumada; de ahora en adelante, explicó, se tiene que brindar certidumbre a la sociedad sobre si habrá o no comicios el primer domingo de junio de 2025.
Es así que después de escuchar la propuesta del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá sobre la consulta a trámite que debe seguir la controversia planteada por diversos jueces y magistrados federales para controvertir la reforma Constitucional al PJF, Esquivel Mossa consideró que como Tribunal Constitucional “tenemos la obligación de garantizar la estabilidad de nuestras instituciones y no pretender socavarlas desde sus cimientos, como sería pretender que seamos nosotras y nosotros mismos quienes determinemos cuál es el mejor mecanismo para alcanzar la legitimidad en nuestros cargos”.
La ministra señaló que una vez consumada una reforma constitucional que convoca a renovar cargos por la vía del voto popular “no podemos detenernos a examinar las peticiones de quienes consideran que esto significa un retroceso en la vida democrática o un atentado al Principio de División de Poderes, pues ello sería tanto como someter órgano autor de las reformas a la Constitución al control de calidad de la Suprema Corte”, lo cual sí sería abiertamente antidemocrático y atentatorio de dicho principio, al invadir las competencias del Poder Revisor de la Constitución.
Expresó que si bien todo cambio supone resistencias y produce un natural deseo de preservar el estado de las cosas, también se debe tomar en cuenta que la dinámica social ha impuesto nuevos retos que las ministras y los ministros deben atender sin demora, porque “nosotros somos quienes servimos a la sociedad, y no a la inversa”.
“La Constitución nos entregó la delicada función de hacerla cumplir, y es la que nos brinda legitimidad para juzgar, pero nunca nos confirió la facultad para enjuiciarla a ella misma, y mucho menos a la forma en que se procesan sus adiciones o reformas”, puntualizó Yasmín Esquivel tras referir que eso agregaría una etapa más al procedimiento legislativo previsto en el artículo 135 constitucional, el cual para ella concluye en manera definitiva e inatacable con la promulgación correspondiente.
Finalmente, Yasmín Esquivel externó su preocupación por el hecho de que la mayoría de las ministras y los ministros están desconociendo el Poder Reformador de la Constitución y quieren crear una crisis constitucional, mandando el mensaje de que la Corte puede echar abajo una reforma constitucional en un procedimiento administrativo previsto en la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.