De acuerdo con estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “en la Ciudad de México se tiran a la basura alrededor de 13 mil toneladas de comida diariamente, mientras que 15 por ciento de la población que habita en la urbe presenta alguna carencia alimentaria. Tan sólo en la Central de Abasto capitalina se produce la mayor cantidad de desperdicio de alimentos de la capital, con 561 toneladas cada 24 horas”.
Por lo anterior, la Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente en el Congreso de la Ciudad de México, insistió en la Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se reforma el Artículo 35 de la Ley Orgánica de las alcaldías, en materia de Bancos de Alimentos. Asimismo, se señaló que, a nivel nacional, se desperdicia 35 % de los alimentos que se producen en México.
Por otro lado, explicaron que “la materia orgánica en descomposición en los vertederos contribuye a la producción de metano, un gas de efecto invernadero que tiene un potencial de calentamiento global 25 veces mayor que el dióxido de carbono.
En nuestro país se desperdician más de 10 mil toneladas de alimentos al año, que representan 37 por ciento de la producción agropecuaria en el país”.
Cabe señalar que de acuerdo con la FAO, lo anterior origina más de 100 mil millones de pesos de pérdida, un grave costo económico y social. Por lo tanto entonces, de acuerdo con las estadísticas, la representante popular Sánchez Barrios agregó: “se vuelve fundamental que las propias alcaldías en sus derechos y obligaciones tengan la capacidad y obligación para crear bancos de alimentos por demarcación territorial, para aprovechar estos alimentos para quienes realmente los necesitan, en lugar de simplemente dirigirlos a los residuos sólidos, contaminando y desperdiciando alimentos que cuestan tanto energía, trabajo, así como recursos naturales”.
Una de los puntos que son importantes en la reforma del Artículo 35 de la Ley Orgánica de las alcaldías, señaló la legisladora, es el de “diseñar e instrumentar un programa de recuperación de alimentos en coordinación con mercados públicos, tiendas de conveniencia y supermercados ubicados dentro de la demarcación territorial, que sean retirados de la venta por cuestiones estéticas o por su alto grado de maduración, pero que cuenten con perfecto estado para consumo humano, a efecto de establecer bancos de alimentos”.
Insistió en recalcar que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señala que, a nivel global entre un cuarto y un tercio de los alimentos producidos anualmente para consumo humano, se pierde o desperdicia, un aproximado de 1,300 millones de toneladas de alimentos, lo que podría alimentar a 2 mil millones de personas.