La información más reciente del Banco de México (Banxico) señala que los foráneos tenían en su poder un billón 775 mil millones de pesos en deuda del gobierno federal el 23 de octubre, tras retirar 70 mil millones de pesos o casi 5 mil millones de dólares en la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Estas inversiones, también llamadas capitales golondrinos, migraron a otros mercados con mejores condiciones, dijo el economista en jefe para Rankia Latinoamérica, Humberto Calzada.
Se trata de inversiones de corto plazo muy volátiles, cuyo reciente movimiento responde a factores como la incertidumbre sobre las reformas constitucionales en México y las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, refirió el economista.
Piden al gobierno más intereses para prestarle dinero por la incertidumbre sobre las reformas en México y las elecciones en Estados Unidos.
Los extranjeros sacaron su dinero, debido a la incertidumbre política en el país, las elecciones en Estados Unidos y el reacomodo de estrategias de inversión, aseguran especialistas.
Desde su punto de vista, los inversionistas están atentos a los siguientes anuncios de política monetaria de Banxico y la Reserva Federal (Fed), así como al Paquete Económico 2025 y la información relacionada con la revisión del T-MEC en 2026.
El economista en jefe de Invex, Ricardo Aguilar Abe, atribuyó la salida de extranjeros al fortalecimiento del dólar que se registró durante octubre, ante la posible victoria del candidato republicano, Donald Trump, sobre la demócrata Kamala Harris, que propicie un entorno de tasas de intereses más elevadas de lo previsto hace unos meses.
Para el director de Aporta Consultoría Estratégica, Jorge Flores Kelly, una de las principales razones de que los extranjeros retiren su dinero tiene que ver con el cambio en la política de tasas en Japón.
Esto redujo el diferencial de tipos de interés entre Japón y México, disminuyendo el atractivo de financiarse en yenes a bajas tasas para invertir en pesos, estrategia conocida como carry trade, explicó.
“Como resultado, se ha observado una liquidación de posiciones en valores mexicanos por parte de extranjeros, que buscan reubicar sus capitales en opciones de menor riesgo o en otros mercados”, dijo el analista.
En su opinión, asociar esta salida de recursos exclusivamente a temas políticos sería simplista, dado que la coyuntura del mercado financiero global y el reacomodo de estrategias de inversión tienen un papel crucial en este resultado.
El profesor e investigador del Posgrado de Economía de la UNAM, Clemente Ruiz Durán, expuso que estos capitales son muy sensibles, cuyo movimiento deriva de los márgenes de las tasas de interés ponderados por el diferencial del tipo de cambio.
Banxico reporta que la principal salida se llevó a cabo en Bonos M, los instrumentos de deuda más usados por el gobierno, cuyo saldo negativo fue de 46 mil millones de pesos a partir del 1 de octubre.
Le siguen los Cetes, con una desinversión de 18 mil millones, mientras los Udibonos, valores indexados a la inflación, tuvieron una baja de 5 mil millones de pesos.
También hay registro de capital foráneo en bonos MS y en los denominados Bondes D, F y G.
La economista en jefe de banco Base, Gabriela Siller, dijo que los inversionistas piden al gobierno más intereses para prestarle dinero por la incertidumbre actual.
Hacienda tuvo que comprometerse a pagar una tasa anual de 10.06 % al colocar 19 mil millones de pesos en bonos que deberá liquidar en 10 años, la segunda mayor tasa en casi dos décadas.
También puso en circulación Cetes con rendimientos de 10.20 % a 10.64 %, así como Udibonos a tres años cuya tasa real fue de 6.10 %.
Estas operaciones forman parte de las subastas primarias que se realizan cada semana para financiar el déficit fiscal, cuyo saldo este año será de 5.9 % del PIB, el más alto desde la década de los 80.