El futuro para el Instituto Nacional Electoral (INE) luce desalentador por más que parezca seguro ante las inminentes elecciones de jueces que deberá realizar en junio de 2025.
Fuentes confiables cercanas al INE aseguran que el recorte al presupuesto solicitado deja a la institución en una situación crítica, pues organizar las elecciones judiciales de 2025 requiere una infraestructura compleja y costosa. Sin los fondos necesarios, el proceso podría tornarse caótico, con deficiencias en el personal, en la capacitación y en la supervisión de los centros de votación. La falta de recursos podría derivar en una organización electoral cuestionable, con demoras, irregularidades e, incluso, problemas de credibilidad en los resultados.
Las fuentes advierten que los consejeros del INE que se alinearon con Morena para asegurar su permanencia en el instituto ahora enfrentan el riesgo de ser señalados por la ciudadanía y el gobierno si el proceso electoral se convierte en un desastre. Esta situación hace evidente el alto costo de la decisión de respaldar al oficialismo, pues de realizarse el proceso con la mitad del presupuesto, será difícil evitar los señalamientos de fallas o irregularidades en la ejecución.
El desenlace de este conflicto podría culminar con la desaparición del INE. El oficialismo ya ha planteado la creación de un Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, que estaría bajo el control del gobierno, y que reemplazaría al INE. La presidenta Guadalupe Taddei Zavala podría verse recompensada por su apoyo a la reforma con un puesto en esta nueva estructura, mientras que sus colegas consejeros quedarían relegados y desacreditados tras el previsible caos de la elección judicial.
Las mismas fuentes alertan que el INE se encuentra en serios y graves problemas. Su decisión de apoyar a Morena en la reforma judicial y su sobrerrepresentación ha resultado en una dependencia peligrosa y en una disminución de su autonomía. La negativa del gobierno y del Congreso a financiar adecuadamente las elecciones judiciales de 2025 es un golpe directo al INE, cuya imagen y credibilidad se verán afectadas si el proceso se convierte en un caos.
El Instituto Nacional Electoral (INE) solicitó a la Cámara de Diputados una partida “precautoria” por 13 mil millones de pesos para financiar la organización de las primeras elecciones de cargos del Poder Judicial, a celebrarse el 1 de junio de 2025.
La partida presupuestal incluye un bono por carga de trabajo que será pagado a todas las funcionarias y funcionarios del INE, por un monto de mil millones de pesos.
Tras la aprobación del proyecto de presupuesto por parte del INE, tanto la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo como la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde Luján, criticaron que el monto superara al de la elección de 2024, aun cuando no va a haber campañas ni participación de partidos políticos.
“¿Cómo que más recurso en 2025 que lo que gastaron en el 24? Si no hay campañas, no hay financiamiento a partidos políticos… Eso está establecido en la Constitución. Entonces, ahí sí, vamos a esperar a ver qué dice el INE, pero ahí sí un llamado al Poder Legislativo, a la Cámara de Diputados, porque no puede ser”, reprochó Sheinbaum Pardo.
Con un argumento similar, Alcalde Luján cuestionó si no era una forma de impedir la elección de jueces, magistrados y ministros.
“No va a haber campañas, no va a haber recursos para partidos políticos, no va a haber nada de eso, y aun así el INE ha venido insistiendo en estas cantidades”, insistió Luisa María Alcalde. Fuentes consultadas aseguran que es un momento crítico para el INE y para la democracia en México.
Los ciudadanos, los legisladores y los observadores internacionales deberán mantenerse atentos a los próximos movimientos en torno al instituto y su futuro. El riesgo de un cambio en el sistema electoral y de una posible desaparición del INE tal como lo conocemos parece cuestión de tiempo.