Al son de música hñahñu del estado de Hidalgo, se inauguró la exposición “Imaginarios sonoros: los hacedores de música a través de la fotografía etnográfica”, con el propósito de difundir y festejar el trabajo de etnógrafos, etnólogos y antropólogos, quienes registran el sonido y los ritmos de instrumentos musicales tradicionales de diferentes latitudes, así como su relación con los rituales de los pueblos originarios.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), su fonoteca y el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (MNCM), revela la riqueza musical de México mediante 51 fotografías (registradas entre 1895 y 2023) acompañadas por 20 instrumentos musicales de cuerda, viento y percusiones.
Las imágenes, provenientes de la Fonoteca y la Mediateca del INAH, las fototecas Nacional y de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas y de colecciones particulares, muestran a las y los herederos de tradiciones ancestrales plasmadas en coplas, melodías y danzas, en sus diferentes escenarios.
Con la representación de la coordinadora nacional de Difusión del INAH, Beatriz Quintanar Hinojosa, la directora de Divulgación y Producción Audiovisual del instituto, Ana Galicia Zamora, señaló que la muestra “conjuga la magia del universo sonoro y consigue replicarla, usando a la fotografía etnográfica para atrapar ritmos y armonías representativos de diversos saberes ancestrales, tanto individuales como colectivos”.
La titular del MNCM, Alejandra Gómez Colorado, refirió que el objetivo de la exhibición es celebrar y visibilizar el quehacer antropológico, así como destacar la importante labor que se realiza desde la Fonoteca del INAH en el registro del patrimonio cultural del país.
La colección de objetos musicales del MNCM es amplia y rica, expresó al destacar que se podrán admirar instrumentos del mundo árabe como los kanunes, los rubabes y los laudes, así como algunos representativos de la cultura eslava, de la India y de América del Sur, con el objetivo de ofrecer un abanico cultural que se funde con el trabajo de etnólogos y antropólogos del instituto para albergar dichos sonidos.
A su vez, el subdirector de la Fonoteca del INAH, Benjamín Muratalla, subrayó que “en la muestra fotográfica, se representa a los diferentes grupos humanos: aquellos que viven en el campo, las poblaciones indígenas, las y los habitantes de las ciudades y las líneas fronterizas, como un reflejo de lo que somos”.
“Tanto la fotografía como la grabación de audio son algunas de las herramientas que usan los antropólogos en campo para recabar datos e información acerca de las costumbres, las formas de vida, las lenguas, la música, las festividades y las celebraciones: testimonio de cómo vivimos los seres humanos”, explicó el etnógrafo.
La exposición se divide en cinco ejes: el primero rescata los rostros y la labor de los hacedores de música, con diversidad de cantantes e instrumentistas que han adquirido su arte por medio de redes de aprendizaje tradicionales, entre los que destacan los pueblos tzeltales, rarámuri y maya: poseedores de un universo de armonías y géneros musicales como el calentano, el planeco y la cumbia, entre otros.
El segundo apartado aborda el sonido, el cuerpo y el movimiento como expresiones complementarias a la creación de melodías para transmitir mitos, leyendas e historias. Las y los visitantes podrán observar aspectos de las danzas de moros, pastoras, kúrpites y judea cora, del carnaval ma’álh’amá’ o el fandango fronterizo.
La tercera unidad pone el foco en los instrumentos: destaca su materialidad y las técnicas tradicionales para su fabricación. Tambores, guitarras, arpas, flautas, trompetas, clarines y arcos toman forma en manos de artesanas, aperturan ritos, anuncian reuniones, acompañan procesiones o descansan junto a sus intérpretes.
La cuarta temática alude al registro sonoro en campo y resalta la mirada de las y los investigadores en su paso por las diferentes comunidades mexicanas, como los tecuanes en la Mixteca poblana, la comadrita del Sacromonte (en Amecameca), las pachitas coras de Nayarit o los músicos yokot’an de Tabasco.
El quinto bloque explora las musicalidades en medio del bullicio cotidiano de las ciudades.
La apertura de la exposición fue amenizada por el quinteto vocal Ensamble México y el dueto de música hñahñu, compuesto por el flautista Jaime Arista y el percusionista Luis Miguel Islas Grayzman.
Imaginarios sonoros: los hacedores de música a través de la fotografía etnográfica permanecerá en el MNCM hasta el 30 de marzo de 2025. Horario: martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas. Entrada libre.