La Asamblea Nacional de Corea del Sur no ha logrado votar este sábado por falta de “quorum” para seguir adelante con la moción de destitución del presidente, Yoon Suk-yeol, presentada por los partidos de oposición, reporta Yonhap.
Se requería que al menos ocho miembros del partido de Yoon votaran a favor de su destitución para que la moción se apruebe con una mayoría de dos tercios en el Parlamento de 300 escaños. Dado que solamente 195 de 300 legisladores registrados participaron en el procedimiento, la votación no fue validada y el proyecto de ley fue automáticamente derogado.
Sin embargo, durante la sesión, todos los legisladores de la oposición y solamente tres representantes del Partido del Poder Popular participaron en la votación, mientras los restantes decidieron boicotear el acto y salieron de la sala después de emitir sus votos para otro proyecto de ley que solicitaba una investigación especial en cuanto a las múltiples acusaciones contra la esposa del presidente, Kim Keon-hee, que al final fue rechazado.
Uno de los tres legisladores del partido Poder Popular que al final decidieron participar en la votación, Kim Sang-wook, confesó que votó en contra de la moción de destitución, ya que no estaba de acuerdo con el proyecto. No obstante, expresó que sigue pensando que Yoon “no está calificado para ser presidente”, recoge Reuters.
Previamente, seis partidos surcoreanos, incluido el principal movimiento de oposición, el Partido Demócrata, presentaron en el Parlamento nacional un proyecto de juicio político contra Yoon. En este contexto, el líder del gobernante Partido del Poder Popular de Corea del Sur, Han Dong-hoon, afirmó que no permitirá la aprobación de una moción para destituir al mandatario.
No obstante, dos días más tarde, Han admitió la inevitabilidad de la destitución presidencial. “La salida anticipada del presidente Yoon Suk-yeol es inevitable”, dijo en declaraciones a periodistas en la Asamblea Nacional después de la alocución en la que el mandatario pidió disculpas al pueblo. “El presidente no puede llevar a cabo sus deberes normales”, expresó. Han precisó que su partido considerará “el mejor camino” Corea del Sur y “el pueblo en el futuro”.
Por su parte, el mandatario se dirigió a la nación en la mañana de este sábado para pedir disculpas por la breve imposición de la ley marcial esta semana. En su discurso, el mandatario explicó que la medida impuesta la noche del 3 de diciembre y revocada unas horas más tarde “fue motivada por un sentido de urgencia” que tuvo como presidente, pero que “causó ansiedad e inconvenientes al pueblo”.
“Lo siento mucho y pido disculpas sinceras a las personas que puedan haberse sorprendido. No eludiré la cuestión de la responsabilidad jurídica y política en relación con la declaración de la ley marcial”, declaró Yoon, citado por Yonhap. Al comentar los rumores de una posible restauración de la medida decretada, el presidente aseguró que “nunca habrá una segunda ley marcial”.
Mientras, se cree que el líder de la bancada oficialista, Choo Kyung-ho, anunciará su renuncia esta jornada. “[Choo] comunicará oficialmente su decisión a los legisladores antes o después de la votación en la sesión plenaria”, señala la prensa local citando reportes.
La posibilidad de que la moción de destitución no sea aprobada desató indignación entre la ciudadanía, que salió a protestar en dos importantes zonas de la capital, Seúl. Durante las protestas participaron miles de personas con pancartas con mensajes como “Destitución de Yoon Suk-yeol” y “Rechazamos a Yoon Suk-yeol”. Por otra parte, partidarios del presidente también salieron a las calles bajo el lema “Detengan la destitución”.
En paralelo, el jefe de Defensa interino, Kim Seon-ho, emitió el sábado instrucciones durante una videoconferencia con los principales líderes y comandantes del país e instó a “reunir todos los esfuerzos” para mantener una firme postura ante cualquier emergencia.
La reputación del mandatario surcoreano también se ve ensombrecida por los escándalos que rodean a su cónyuge, cuyo pasado y presente están llenos de controversias y, en algunos casos, quedan preguntas sin resolver.
La primera dama no solamente afronta una gran cantidad de acusaciones, incluida la intromisión en las elecciones, la filtración de información clasificada y la manipulación de acciones empresariales, sino que su figura también está envuelta en rumores que se remontan a sus años universitarios. Sin embargo, los dos casos más destacados tienen que ver con la manipulación del precio de las acciones de Deutsche Motors, que salió a la luz en 2020, y la obtención de un objeto de lujo como producto de un soborno, en 2022. No obstante, la primera dama no fue acusada por los fiscales por falta de pruebas.