Por Karina A. Rocha Priego
Definitivamente, lo más fácil es “robarse” los recursos que otros han trabajado y por años ahorrado, pero hacer de México un país productivo, no tienen ni idea de cómo lograrlo.
Ahora el gobierno va por los ahorros de los derechohabientes del ISSSTE. Primero, golpearon al IMSS, un IMSS que se ha vuelto insuficiente porque carece hasta de lo más elemental y, cómo no, queridos lectores si para este 2025, al presupuesto de la Secretaría de Salud (SSa) le recortaron 34 mil 421 millones de pesos, apostando, seguramente, la “recuperación de cuotas obrero patronales” pues, estarán de acuerdo que, aquel que no pague sus cuotas, se atiene a las graves consecuencias de un sistema autoritario y muy necesitado de recursos.
Luego se fueron contra INFONAVIT, donde se quieren -dicen- adueñarse de más de 100 mil viviendas para regalarlas “a los pobres” o, mejor dicho a indocumentados o a “ciervos del sistema” y mantener a la gente sometida.
Hoy, van por el dinero del ISSSTE, porque, al parecer, no tienen forma de recaudar más fondos para seguir “manteniendo zánganos”, de ahí que es más fácil apropiarse del dinero que han trabajado cientos de miles de mexicanos, que resolver la verdadera problemática económica del país, que empieza con la deserción de cientos de empresas que han cerrado sus puertas ante la amenaza de una Reforma Judicial “autoritaria e inquisitoria”, la cual fue aprobada más por “rastrerismo político” que por verdadera transformación.
Esa incertidumbre, por supuesto que ha pegado a la economía mexicana, y los programas sociales ¡no pueden detenerse!, si hablamos de que más de 14 millones de mexicanos reciben recursos de alguno de los 8 programas sociales que ofrece el Gobierno mexicano, que representan casi 54 mil millones de pesos mensuales (según cifras del propio gobierno mexicano en 2024) entonces, ¿de dónde creen ustedes que tiene que salir ese dinero?.
Desgraciadamente la “pasividad” con la que se está viendo la problemática económica en México, ha llevado a que la administración federal se “agarre de todo lo que encuentra a su paso” para “seguir cumpliendo” con dichos programas, sin importar que les ha pegado a cientos de miles de trabajadores que, a lo largo de los años que han sido económicamente activos y, ahora, sin oportunidad de defenderse, pueden perder todos sus ahorros.
Así están las cosas y, por otro lado, ha llamado la atención que también, la Presidencia de la República asegure que la economía mexicana “está bien, fuerte”, al grado de que la llegada de Trump al Gobierno de Estados Unidos, no provocó variaciones en el peso mexicano (sic), incluso, hace énfasis en que ha habido importante incremento en el salario mínimo de los trabajadores pero, ¿si sabrán de lo que están hablando?.
Ahí les va. Si bien es cierto que más de 14 millones de mexicanos reciben dinero de alguno de los 8 programas sociales existentes, tal como lo comenté líneas arribas, también lo es que, muchos asalariados ¡no tienen acceso a esos recursos!, por diversas razones, pero no lo tienen, y es a ellos a quienes más ha afectado la problemática económica de México pues, aún con los tantas veces presumidos incrementos en el salario mínimo, no quieren aceptar que, a la par, se ha incrementado el costo de la canasta básica de entre 8 y 10 por ciento, por lo que el dinero ¡no alcanza!.
Valdría la pena que las autoridades salieran a las calles a platicar con la población, para que se dieran cuenta de la realidad que se vive en México. Son los mexicanos los que deben hablar de cómo viven realmente, de cuánto esfuerzo les cuesta vivir con su salario mínimo, aún con los incrementos que éste ha tenido recientemente. No solo se trata de que la gente vulnerable reciba 3 mil pesos mensuales o más, o menos (dependiendo también del número de miembros de una familia) porque a ésa acción se le llama “manutención del gobierno” pero, la gente que tiene un empleo, que no recibe ningún peso extra, la está pasando mal.
La industria de la construcción, restaurantera, de la madera o la minería, la están pasando mal cuando sus ventas se han caído de manera estrepitosa porque hoy, ya no alcanza ni para construir una pequeña pared, por ejemplo.
Y qué decir de la industria automotriz, está en la mismas circunstancias, pero dicen que la economía mexicana esta fuerte, cuando la realidad es otra y se ve en la vida diaria de las familias de este país.
Y si a esto le sumamos, queridos lectores, que los ahorros de los trabajadores pasarán a las arcas del gobierno federal, para ser repartido “como mejor les conviene”, peor se pondrá la situación al interior de esas cientos de familias mexicanas pero, dicen, “México está bien”. Usted, querido lector ¿qué opina?…