El presidente Andrés Manuel López Obrador prometió no actuar contra la persona que le arrojó una botella de agua durante una manifestación contra la reforma judicial en Veracruz.
”Otra cosa que les molesta mucho es que no haya represión, por ejemplo, al que tiró la botella ayer, ese puede estar tranquilo, no pasa nada, es que no pasa a mayores y yo también pido que actuemos con mucho respeto”, declaró el mandatario.
López Obrador inauguró la Casa Museo Benito Juárez el domingo 22 de septiembre, esto en compañía de personal de la Marina Armada de México. En el sitio había una manifestación de trabajadores del Poder Judicial, que protestaban contra la reforma publicada por el mandatario, y simpatizantes de Morena.
Los empleados judiciales, que están en paro desde agosto por oponerse a la reforma que establece la elección de jueces por voto popular, le gritaban “¡dictador, dictador!”. Tanto los manifestantes como los defensores de Morena se lanzaron huevos y botellas con agua, y una de ellas casi alcanzó al presidente.
”No pasa de ahí, ayer me tiraron una botella de agua, y yo empecé jugando béisbol, era “fielder” (jardinero), imagínense si no sé (esquivar), si hasta la pude haber agarrado, pero no pasó a mayores”, comentó.
López Obrador pidió a los funcionarios “actuar con mucha prudencia y no caer en ninguna provocación” ante las manifestaciones, que podrían agudizarse ante la toma de protesta de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
”Ahí andan, en estos días más, provocando tanto los extremos del conservadurismo y la supuesta izquierda radical, pero no, no, no. Tenemos que terminar sin masacres, sin desaparición de nadie, sin tortura, sin perseguir a ningún periodista, sin censura”, expresó.
La toma de protesta de Sheinbaum se movió de su tradicional fecha de diciembre por la reforma político-electoral aprobada en 2014 que establece que el o la nueva titular del Ejecutivo tome posesión de su cargo el 1 de octubre.
La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (Jufed) está en contra de la reforma, que a partir de 2025 instaurará elecciones populares de todos los juzgadores y la Suprema Corte, porque argumentan que afectaría la carrera judicial y permitiría la intromisión del Ejecutivo y grupos de interés.
”Entiendo que están enojados, están molestos, por esto mismo ellos quisieran que no cambiara nada, el conservadurismo viene precisamente de conservar, de mantener el statu quo, pero eso ya no se puede, entonces ahí se les va a ir pasando el enojo”, opinó.