La acusación formal del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra los hermanos Treviño Morales resalta la importancia de desmantelar las organizaciones criminales que generan violencia, “así como la necesidad de que rindan cuentas”, aseveró el embajador estadunidense Ken Salazar.
Apenas horas después de darse a conocer una carta de Miguel Ángel Treviño Morales a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo donde afirma que no es el líder de los Zetas conocido como “Z-40” y que extraditarlo a Estados Unidos sería un “error histórico y una traición a la soberanía”, el embajador Ken Salazar expresó la importancia de que Treviño y su hermano, Omar, apodado “Z-42”, “rindan cuentas”.
A través de sus declaraciones, Salazar aseveró que el caso criminal contra los hermanos Treviño Morales es fruto de un “trabajo compartido y cooperación con México”, y remitió al documento de acusación, que el Departamento de Justicia publicó, en ella, el gobierno de Estados Unidos sostiene que los narcotraficantes mantuvieron el control sobre los Zetas y el Cártel del Noreste (CDN) desde la cárcel en México.
“Miguel y Omar Treviño Morales son presuntamente responsables de cometer personalmente docenas de asesinatos y de ordenar asesinatos, secuestros y actos de tortura a integrantes de los Zetas y del CDN para promover y proteger las actividades de tráfico de drogas del cártel y enriquecer a sus integrantes”, aseveró el Departamento de Justicia.
La acusación, vinculada con el caso criminal 1:08-cr-057, imputa siete delitos principales a los hermanos Treviño Morales, incluyendo tener una empresa criminal, conspiración para traficar cocaína y marihuana a Estados Unidos, uso de armas de fuego, complicidad y encubrimiento, lavado de dinero; asevera que tomaron el control de los Zetas en octubre de 2012, después de la muerte de su fundador, Heriberto Lazcano, y que mantuvieron el liderazgo incluso después de sus detenciones, en 2013 para Miguel y en 2015 para Omar.
En el documento de 18 cuartillas, emitido por la Corte de Distrito de Columbia, el gobierno de Estados Unidos asevera que los Zetas y el CDN traficaron “toneladas” de cocaína y marihuana a Estados Unidos y recurrieron a la “violencia terrorista” para controlar “amplias franjas” de México, donde operaron principalmente en Coahuila, Nuevo Laredo, Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí y Veracruz.
En caso de declarar su culpabilidad, los hermanos podrían pasar el resto de su vida en la cárcel, informó el Departamento de Justicia.
“La acusación formal del Departamento de Justicia de los Estados Unidos contra Miguel Treviño Morales y Omar Treviño Morales, “Z-40” y “Z-42″, respectivamente, resalta la importancia de nuestros esfuerzos para desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que generan inseguridad y violencia en nuestros países, así como la necesidad de que rindan cuentas”, aseveró Ken Salazar en una declaración difundida a través de un comunicado.
Horas antes, los abogados de Miguel Ángel Treviño Morales dieron a conocer una carta, en la que su cliente afirma que no es el líder criminal conocido como “Z-40”, sino un homónimo, y que lleva 11 años preso de manera injusta.