Por Karina A. Rocha Priego
En las últimas semanas, el Gobierno del Estado de México ha dado a conocer el cómo ha disminuido el porcentaje de los crímenes de alto impacto, como los homicidios dolosos, sin embargo, se han recrudecido los delitos que, tal vez para las autoridades no son “de alto impacto”, pero sí para los ciudadanos que se convierten en víctimas de los delincuentes.
Todo parece indicar que para las autoridades responsables de la seguridad de los mexiquenses no es importante desplegar operativos para evitar los asaltos, delito que ocupa el primer lugar en el Estado de México, por el cual las autoridades no tienen una fórmula para combatirlo.
Nada menos en la capital del Estado de México y municipios aledaños como Metepec (el más cercano), mejor los ciudadanos alertan a los vecinos, amigos, familiares o, de plano, desconocidos a través de las redes sociales (para alcanzar a los más posibles) del cómo y dónde se están llevando a cabo asaltos a mano armada; lamentablemente, siempre hay una víctima fatal de los delincuentes.
Sí, parece mentira, pero estamos viviendo en un ambiente de inseguridad, de temor, de incertidumbre, de la cual los habitantes de los municipios de Toluca y Metepec -principalmente- ya no saben qué hacer y, peor aún, ante la ola de mensajes de prevención, la gente prefiere salir lo menos y tratar de cuidarse unos a otros.
Y es que los asaltos en los semáforos, tanto en la ciudad de México como en Toluca y Metepec, se han incrementado de manera considerable, pero Toluca, queridos lectores, se ha convertido en un foco rojo que nadie vigila. Es más, en las últimas semanas hemos visto como los agentes de tránsito, tanto de Toluca como de Metepec, han recrudecido las infracciones, sean ciertas o no, los uniformados ocupan parte de su día buscando a quien multar.
Ya sé, van a decir que los de tránsito nada tienen que ver con Seguridad Pública, pero “no es cierto”, la realidad es que cualquier uniformado, al pertenecer a un mismo grupo, tienen la obligación de auxiliar a la población. En estos casos, más aún cuando los asaltos se llevan a cabo en los semáforos, los uniformados, tienen que estar “a las vivas” para evitar asaltos a automovilistas, donde, el que se resiste, pierde la vida.
Las esquinas, calles o avenidas donde se han recrudecido los robos en Toluca y Metepec -por la cercanía- son: Av. Cristóbal Colón, Torres Bicentenario, Av. Morelos, Av. Hidalgo, Av. López Portillo, Av. Alfredo del Mazo, Urawa y Lateral de Paseo Tollocan, desde Plaza Patio hasta Central Camionera.
A los que acostumbran viajar a la Ciudad de México, las esquinas o vías más peligrosas, no sin antes reconocer que, en horas pico, la acumulación de automovilistas se da en cualquier punto, al grado de que, como moscas, aparecen los “vendedores ambulantes”, siendo las más afectadas: Constituyentes, Calzada Zaragoza, Calzada de Tlalpan, Paseo de la Reforma, Avenida de las Palmas, Calzada Ermita Iztapalapa y Viaducto.
Estarán de acuerdo en que la inseguridad está desbordada en este país. No hay para donde voltear que no haya un foco rojo o punto de alto riesgo. Los tres niveles de gobierno han sido severamente rebasados por la delincuencia. Sea un robo simple o un asesinato, todos los delitos afectan a la sociedad en general.
Por lo pronto, los ciudadanos que han sido víctimas de algún delito, recomiendan a todo conductor o conductora: No llevar abiertas las ventanas, No usar joyas o relojes, No usar celulares en mano, usar manos libres, Poner cámaras en los vehículos, Estar siempre alertas de motos o peatones sospechosos.
Y, si por alguna circunstancia, se convierten en víctimas, no se resistan, los delincuentes están disparando sin piedad. La vida no tiene precio ni reemplazo.
Y, por último, estar pendientes de que, generalmente, los asaltantes van en pareja o son cuatro individuos y todos van armados.