Después de su exitosa presentación y llenos totales en el Auditorio Nacional y Palacio de Bellas Artes en 2024, la magia, pasión, amor y tragedia se apoderarán nuevamente del escenario de Palacio de Bellas Artes, en donde la Compañía Nacional de Danza (CND) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), revivirá una de las obras más icónicas de la danza: Lago de los cisnes, en una nueva adaptación coreográfica de Cuauhtémoc Nájera que se basa en las originales de Marius Petipa y Lev Ivanov, con música de Piotr Ilich Chaikovski, en la que, en dos actos y cuatro escenas, participa todo el elenco de la Compañía.
En esta nueva versión participarán los 70 bailarines que integran la agrupación del INBAL, acompañados por 80 músicos en vivo de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección de Gavriel Heine. Lago de los cisnes se estrenó sin éxito en el Teatro Bolshoi de Moscú, Rusia, el 4 de marzo de 1877, bajo la visión artística del coreógrafo checo Julius Reisinger y el compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski, hasta que, en 1895, de la mano del considerado padre del balé Marius Petipa y del coreógrafo Lev Ivanov, se convirtió en uno de los balés representativos de la danza clásica.
La puesta en escena cuenta la historia de Odette, quien al no corresponder el amor del hechicero Von Rothbart, es maldecida con un conjuro que la convertirá en cisne durante el día y solo durante la noche podrá regresar a su forma humana.
“Lago de los cisnes, es sin lugar a duda una de las obras artísticas más conocidas en el mundo, como Romeo y Julieta, El cascanueces, la Novena sinfonía de Beethoven, Don Quijote o la Mona Lisa. Sin haberlas visto, leído o escuchado, todos pensamos que las conocemos. La historia de Odette, la reina de los cisnes, es parte de nuestro bagaje cultural, pero ¿cuánto sabemos de la historia de cada uno de ellos? En esta versión no pretendo cambiar nada, solo sentí la necesidad de entender un poco de esta historia y de sus creadores: Julius Reisinger, Petróvich, Geltzer, Chaikovski y por supuesto, Petipa e Ivanov, ellos mismos envueltos en tragedias personales.
Lago de los cisnes fracasó en su estreno y con el tiempo se ha vuelto una de las obras universales más importantes de la danza. Muchas personas me preguntan qué tiene de diferente este Lago de los cisnes: en principio nada, en esencia todo. Lo que buscaba fue entrar en lo más profundo de cada personaje, ver la parte más humana de cada uno, no busqué hacer una coreografía contemporánea, busqué mantener un lenguaje dancístico tradicional, pero una visión contemporánea de la obra, de la estructura coreográfica y dramática de la misma.
En cuanto a la coreografía en sí, busqué mayor integración de los cuerpos de baile en general, del cuerpo de baile femenino en el cuarto acto y más participación de los cuerpos de baile masculinos en el primer acto. En cuanto a la historia, más importancia a los personajes secundarios, más humanos, reales y cercanos.
Lago de los cisnes es una historia universal que a más de cien años de su estreno sigue estando vigente, sigue llenando los teatros, aunque parece una historia fantástica, bonita de hermosos cisnes, es una historia actual de hombres y mujeres viviendo las consecuencias de sus decisiones, Odette, Von Rothbart y Sigfrido podrían ser cualquiera de nosotros, que en cualquier momento pagamos las consecuencias de nuestras decisiones, las consecuencias de no ser capaces de controlar nuestros impulsos o de no mantener juramentos, todos tenemos algo de Odette o de Sigfrido o de Von Rothbart.
¿Quién es Odette? Una persona, en específico, una mujer que se niega una imposición, que rechaza a un hombre y por lo tanto debe pagar toda su vida con un castigo. El castigo es un hechizo que la convierte en cisne de día y solo vuelve a ser humana de noche, es cualquier persona de hoy pagando las consecuencias de respetar su dignidad, es cualquier mujer de hoy enfrentado las consecuencias de defender sus decisiones.
Parece una bella historia de amor. Ella se salva con el juramento del amor verdadero, pero ¿cuánto vale un juramento de amor que dura menos de un día? Sigfrido puede ser cualquier joven de hoy, que a sus 18 años no quiere responsabilidades, solo salir de cacería con sus amigos y, sin embargo, está dispuesto a morir por el mismo juramento que no cumplió. El conflicto entre el bien y el mal, el equilibrio de nuestro sentir, de nuestra conciencia, los conflictos internos que vivimos son el centro de esta historia.
Si los creadores originales hubieran nacido en 2001, esta historia correría por redes sociales, pero sería la misma. Los retos técnicos y los interpretativos de Lago de los cisnes son enormes, la calidad técnica que se requiere y la fortaleza interpretativa que cada uno de los artistas debe tener es enorme; en este balé, no se perdonan las fallas técnicas, pero tampoco la falta de capacidad para desdoblarse en un personaje que posiblemente no eres. Odette – Odile, son la misma artista, ese es uno de los retos más importantes que hay, la misma bailarina debe ser la protagónica y la antagónica de esta historia, cada una de nuestras intérpretes debe ser su propia antagonista en estas dos horas de balé, encontrar su alter-ego y vencer al bien o al mal, que cada uno de nosotros carga diariamente.
Chaikovski no vivió el éxito de su obra y no sé qué podría sentir al saber que en cualquier parte del mundo las personas pueden reconocer las primeras notas que suenan del oboe e inmediatamente reconocerlas como ballet o como Lago de los cisnes, su música rebasó su época, por más de cien años identificamos la navidad con sus notas musicales y podemos identificar Lago de los cisnes o La bella durmiente, simplemente con escuchar sus composiciones, muchos artistas, incluidos los de artes escénicas que no existían cuando él vivía, han usado su música para crear obras nuevas, desde Walt Disney hasta Balanchine.”