CULTURA

Colectivo Dos Raíces Danza Fusión reinterpreta la memoria corporal y cultura de la afrodescendencia

Memorias negras: México afrodescendiente es una obra dancística del Colectivo Dos Raíces Danza Fusión, que invita a las y los espectadores a mirar desde una perspectiva distinta nuestra memoria corporal y cultural, no para reproducir lo que ya está hecho, sino para reinterpretarlo, “porque la danza, al igual que nosotros, no es ‘pura’: es diversa y se transforma con el tiempo”, afirma María Antonieta Nájera Sandoval, cofundadora de la agrupación.

La obra, de formato largo, reinterpreta (a partir de la fusión de danza africana, folclórica mexicana y contemporánea) danzas nacionales que descienden de la cultura africana.

Impulsado por el Pecda Morelos 2023, el proyecto retoma los bailes y danzas más representativas de los estados de Morelos, Guerrero, Veracruz y Oaxaca.

“De Morelos, agarramos lo que es la ‘Danza de cañeros’; de Guerrero, lo que son sones de artesa, y conectamos lo que es Guerrero con Oaxaca con la ‘Danza de diablos’ (de ambos estados); y de Oaxaca, también chilenas de Tututepec. Luego, de ahí nos fuimos a Veracruz, donde agarramos lo que ya fue como el danzón, y al final, lo que es el chuchumbé, que es también parte de Veracruz”, comenta la entrevistada.

Como casi todas las danzas y bailes que el colectivo monta, en este proyecto se presentaron siete coreografías muy características, “con esa raíz y esa herencia negra que todos tenemos”.

Por ejemplo: de Guerrero, donde predominan los sones de artesa, se utilizó la tarima; aunque, en realidad, anteriormente se usaba una canoa o lancha volteada y sobre ella zapateaban.

En la “Danza de diablos”, dice María Antonieta, está lo que se denomina Ruja (Ruja es el nombre del dios negro que se honraba e invocaba para pedir ayuda y de esta manera librarse de las duras condiciones de trabajo, es decir, de la esclavitud).

Para este proyecto, la cofundadora del colectivo menciona que no pudieron utilizar música original, por lo cual se buscó la que es de dominio público.

Dos Raíces Danza Fusión, surgida en Cuernavaca en noviembre de 2011, está conformada por ocho integrantes: Silvia Modano, cofundadora junto con María Antonieta Nájera; Rafael Vara, Lupita Jaimes, Blanca Eloísa, Michel Santana, el maestro Javier Ruiz (quien apoyó al colectivo con las máscaras) y el bailarín Alejandro Tamarindo.

El éxito de la agrupación para lograr la fusión de danza africana-mexicana-contemporánea tiene, para la mayoría de sus integrantes, su fuerte en el folclor mexicano, pero han tenido que tomar cursos de africano.

“Dentro del grupo, hay quienes estamos más en contacto con el área folclórica, y otras, en el área contemporánea; y el poner el toque de Dos Raíces nos permite tener libertad y que sea más vistoso: no salir totalmente de lo folclórico, pero sí meter los toques afro y contemporáneo”, explica María Antonieta Nájera.

En los 13 años de trayectoria, se han presentado en distintos recintos a lo largo del país, incluyendo el Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, y en La Habana, Cuba.

Han sido beneficiadas por apoyos como “Correr con Lobas” (2020), “La Cultura Vales” (2017) y los programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (Pecda) 2014, 2020 y 2023.

Sigue las redes sociales del grupo en Instagram y Facebook como: Dos Raíces Danza Fusión, y en YouTube como: Dos Raíces Danza Fusión Oficial.

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