La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en 2010 se agregó una nueva causa de baja de militares a la base de datos, como es la desaparición. En ese año, la Dirección General de Personal registró la desaparición de ocho elementos del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos. Dos tenían el rango de teniente y el resto era personal de tropa (un sargento segundo, dos cabos y tres soldados).
Para 2011 la cifra ascendió a 22 agentes: un teniente, cuatro sargentos segundos, seis cabos y 11 soldados. La estadística tuvo un incremento exponencial durante los años consecutivos y alcanzó su punto máximo en 2014, cuando la Sedena registró la baja de 130 efectivos por desaparición.
Para encontrar posibles explicaciones respecto a estos datos, en entrevista con especialistas en temas de seguridad y delincuencia organizada, expusieron que hay factores que podrían motivar a los elementos de tropa que ocupan los rangos más bajos a abandonar el Ejército.
“Muchos de los soldados que pretenden iniciar una carrera militar, al corto tiempo, ya que tienen el entrenamiento básico, abandonan las Fuerzas Armadas para irse hacia el crimen organizado, es cuando los empiezan a reclutar porque ya cuentan con el adiestramiento necesario”.
En este sentido, resaltaron los entrevistados que hay ocasiones en que algunos agentes militares ‘dobletean’, es decir, realizan sus actividades como personal castrense en sus respectivos cuarteles, pero también cumplen con trabajos a sueldo para la delincuencia organizada.
Cuando esto ocurre, los uniformados comienzan a separarse de las FF. AA. hasta que las abandonan por completo sin previo aviso. Posiblemente, en la Sedena “los tienen como desapariciones porque se fueron, no hicieron el trámite legal. El tema es que esas desapariciones, pues tristemente son personas que estaban encuarteladas”, añadió el entrevistado.
Según establece la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, la baja de un elemento militar por desaparición ocurre cuando esta se comprueba “mediante los partes oficiales, siempre que [el agente] dure en esta situación más de tres meses”. Si el individuo reaparece y justifica su ausencia, puede ser reincorporado a la institución.
La normativa señala que la declaración de desaparición de un militar ocurre en circunstancias distintas a la deserción, pues esta última se acredita cuando los elementos faltan a la revista de administración sin justificante o se ausentan por tres días consecutivos de los pases de lista.
Una investigación señala que la Sedena tenía registrada la desaparición de 109 elementos entre 2007 y mediados de 2011. La mayoría de casos habrían ocurrido en zonas como Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán, Chihuahua y Veracruz -con alta presencia de grupos criminales-.