Buscando prevenir y aminorar los problemas que podría traer a los municipios de la franja fronteriza norte de México la deportación masiva de personas que viven de manera ilegal en los Estados Unidos, la Comisión de Asuntos Fronterizos en la Cámara de Diputados pretende obtener un fondo de 4 mil 500 millones pesos para fortalecer la infraestructura de las entidades que pudieran verse afectadas.
Acerca del tema, el diputado federal Alejandro Pérez Cuéllar informó la mañana de ayer que ante el amago del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, de iniciar un proceso masivo de deportación por México, se debe actuar de manera preventiva y dotar de recursos a los gobiernos fronterizos, además de buscar crear infraestructura para aquellas personas que pudieran ser repatriadas.
Del monto proyectado para el fortalecimiento, Ciudad Juárez podría obtener 850 millones de pesos adicionales por año, lo que podría ser de gran ayuda, indicó.
Profundizando en el tema, vale destacar que Juan Ramón de la Fuente se desplazó a Estados Unidos para coordinar la respuesta de los 53 consulados mexicanos en territorio estadounidense, la red consular más grande en el mundo, y avanzar en el plan para recibir a decenas de miles de inmigrantes.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tiene la mirada puesta en los 3.152 kilómetros que dividen a ambos países y ha convocado a una reunión con los gobernadores de los seis estados que colindan con territorio estadounidense para evitar el colapso de la frontera.
La mandataria adelantó que buscará llegar a un acuerdo con el presidente electo para que las personas expulsadas de otras nacionalidades sean repatriadas de manera directa a sus países de origen y no tengan que pasar por territorio mexicano.
“Evidentemente, nosotros somos solidarios con todos y con todas, pero nuestra principal función será recibir a las y los mexicanos”, señaló Sheinbaum.
Hay más de 11 millones de inmigrantes en situación irregular en Estados Unidos y más de 5 millones son de origen mexicano, de acuerdo con el Migration Policy Institute.
La amenaza de Trump de deportar hasta un millón de personas cada año, ha puesto en alerta a las autoridades mexicanas y ha desbordado las dudas sobre la capacidad del país de absorber esa carga y evitar que la frontera se convierta en un cuello de botella.
La mayoría de los migrantes repatriados de territorio estadounidense suelen ser devueltos a territorio mexicano, sin importar su nacionalidad, por regla general.