Por Mireya Álvarez
Como parte de la Política Estatal Anticorrupción, el Sistema Anticorrupción del Estado de México y Municipios (SAEMM) ha puesto en marcha la versión 3.0 del Modelo de Gestión de Riesgos de Corrupción (MOGERIC), una herramienta orientada a prevenir actos indebidos mediante la identificación temprana de riesgos en el funcionamiento institucional.
Elaborado por la Secretaría Ejecutiva del SAEMM (SESAEMM), el nuevo modelo incorpora una metodología más participativa e incluyente, donde tanto el personal del servicio público como la ciudadanía juegan un papel activo en la detección y mitigación de malas prácticas. En esta versión, la ética pública y la integridad institucional se consolidan como ejes rectores de toda la estrategia.
El MOGERIC 3.0 se basa en cuatro componentes clave: procesos administrativos, conductas del funcionariado, partes interesadas involucradas y el marco normativo vigente. Esta estructura permite analizar los patrones de riesgo, corregir fallas recurrentes y diseñar acciones personalizadas que respondan a las realidades específicas de cada institución pública.
Desde su aprobación en diciembre de 2024 por el Comité Coordinador del SAEMM, la Secretaría Ejecutiva ha llevado a cabo una intensa campaña de difusión, convocando a los 125 municipios mexiquenses a sumarse a la implementación del modelo. Hasta ahora, 25 gobiernos locales han expresado formalmente su interés, entre ellos Toluca, Tlalne pantla, Chimalhuacán, Atlacomulco y Tecámac, así como el Tribunal Electoral del Estado de México.
Los talleres ofrecidos por el SAEMM están orientados a contextualizar la aplicación del modelo con base en un diagnóstico estatal que identifica los diez trámites más vulnerables a la corrupción, según la percepción ciudadana. Esto permite diseñar estrategias efectivas y puntuales para combatir estas debilidades.
Más allá de su carácter técnico, el MOGERIC busca transformar la cultura institucional al fomentar un entorno de legalidad, transparencia y servicio público. Con esta herramienta, el Estado de México avanza hacia un gobierno más ético, preventivo y comprometido con la ciudadanía.