El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, intervino en el debate general del 79.º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, EE.UU,, donde nada más comenzar dedicó unas palabras al pueblo palestino.
Lula hizo hincapié en el “castigo colectivo” que sufre la Franja de Gaza, donde 40.000 personas han muerto, entre ellas muchas mujeres y niños.
“En Gaza y Cisjordania somos testigos de una de las mayores crisis humanitarias de la historia reciente, y ahora se está expandiendo peligrosamente hacia el Líbano”, lamentó.
Y continuó: “El derecho a la defensa se ha convertido en el derecho a la venganza, lo que impide un acuerdo para la liberación de rehenes y pospone el alto el fuego”.
Lula también hizo alusión al medioambiente, cuando Brasil atraviesa una imparable ola de incendios. “Además de enfrentar la crisis climática, luchamos contra quienes se lucran con la degradación ambiental. No transigimos ante la minería ilegal y el crimen organizado. Hemos reducido la deforestación en la Amazonía en un 50 % y la erradicaremos para 2030”, aseguró el dirigente brasileño.
El líder progresista aseguró que el planeta “está harto de acuerdos climáticos incumplidos” y también “cansado de que se descuiden los objetivos de reducción de emisiones de carbono”. “El negacionismo sucumbe ante la evidencia del calentamiento global y 2024 va camino de ser el año más caluroso de la historia moderna”, advirtió.
Lula también destacó que el objetivo principal de su Gobierno es “terminar con el hambre” en Brasil. En sus dos primeros mandatos (2003-2010), el líder del Partido de los Trabajadores (PT) sacó del hambre a cerca de 30 millones de brasileños.
“El mundo produce suficientes alimentos para erradicar el hambre. Es necesario crear condiciones para el acceso a los alimentos. Este es el compromiso más urgente de mi Gobierno: acabar con el hambre en Brasil”, afirmó Lula, quien recordó que el 9 % de la población mundial está desnutrida.