El expresidente y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, ha expresado que los países que consideran enemigo a EE.UU. son amigos de Moscú.
Sus palabras se producen tras las declaraciones del presidente ruso, Vladímir Putin, sobre el posible envío de armas a los oponentes de Occidente como eventual respuesta a los que entregan armas de largo alcance a Kiev, dando luz verde para atacar territorio ruso.
“Que EE.UU. y sus aliados sientan ahora el uso directo de armas rusas por parte de terceros. […] Independientemente de sus creencias políticas y reconocimiento internacional. Su enemigo es EE.UU., así que son nuestros amigos”, escribió en su cuenta de Telegram.
Medvédev deseó que el uso de armas rusas por parte de “regiones” aún sin nombrar sea “lo más destructivo posible”. “Y que las ‘instalaciones sensibles de los Estados que suministran armas a Kiev’ ardan en las llamas del infierno. Ardan junto con quienes las controlan”, destacó.
Según el expresidente ruso, se trata de “un cambio muy significativo” en la política exterior del país. “Al fin y al cabo, tal y como razonan los yanquis y sus perros babosos europeos: tenemos derecho a transferir cualquier arma a Ucrania, es decir, al enemigo de nuestro país, pero todos los demás países no pueden ayudar a Rusia”, subrayó.
“Estamos pensando en que, si alguien considera probable suministrar este tipo de armas a la zona de hostilidades para que se realicen ataques a nuestro territorio planteándonos problemas, ¿por qué no tendríamos el derecho a suministrar nuestras armas de clase semejante a aquellas regiones del mundo donde se realizarían ataques a objetivos sensibles de aquellos países que lo están haciendo hacia Rusia?”, afirmó este miércoles Putin.