“La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) me dio una educación completa, con lo cual pude fortalecer mi formación y trascender en la vida académica y profesional, permitiendo encontrar mecanismos para ayudar a preservar la vida cultural de los pueblos originarios”, compartió Margarita de la Vega Lázaro, promotora cultural y docente.
En marzo pasado fue condecorada con la Presea Estado de México 2024 de Arte y Cultura “Sor Juana Inés de la Cruz”, por fomentar la educación intercultural y la preservación de la diversidad lingüística.
Originaria de Temoaya y Licenciada en Geografía por la UAEMéx, de La Vega Lázaro destaca que en la Máxima Casa de Estudios mexiquense obtuvo una forma de comprender y fortalecer la relación entre la lengua, la cultura y el medio ambiente.
Gracias a los conocimientos adquiridos, desarrolla materiales didácticos, promueve la alfabetización en lengua otomí y trabaja en proyectos comunitarios en diversas escuelas de Temoaya y la región.
“El haber egresado con carrera y conocimientos para el fomento cultural fue determinante porque dominaba y escribía la lengua, pero fue en ese momento donde empecé a fortalecer el proceso de enseñanza, el hacer la planeación, la elaboración de materiales didácticos. Fui aterrizando esas ideas, esos objetivos que tenía en mente”, precisó.
En su trayectoria se encuentra haber impulsado la Universidad Intercultural del Estado de México, donde fungió como directora de Lengua y Cultura, o bien, formó parte del Colegio Intercultural estatal. También integró el Comité Coordinador del Festival Quinto Sol por más de 25 años y participó en la “Mesa sobre derechos y cultura indígenas” en el Estado de Chiapas, en 1994, donde compartió con integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum. En la mesa titulada “Situación, Derechos y Cultura de la Mujer Indígena” representó no solo a la entidad sino a su comunidad.
“Me dijeron vas representando a los pueblos indígenas del Estado en México, del Gobierno del Estado también. Fue una experiencia muy interesante porque he sido afortunada en ese sentido como pisar y estar en la mesa de diálogo y decir las cosas que queríamos”, sostuvo.
Finalmente, refrendó su compromiso por continuar sembrando en las nuevas generaciones el amor por la cultura de los pueblos originarios.
“Continuaremos con estas actividades como enseñar el himno nacional en lengua otomí a los más pequeños. Sembraremos jardines medicinales en las escuelas o bien, enseñaremos a tejer con telar de cintura y con ello, en el futuro tendremos frutos que van a cambiar la vida y la dinámica cultural de mi Estado y mi país”, concluyó.