Por Karina A. Rocha Priego
Poco a poco los organismos autónomos están siendo destruidos por el Gobierno Federal, mejor dicho, ¡desaparecidos! por ser “una piedra en el zapato” para los comunistas que pretenden someter al pueblo mexicano que consta de más de 130 millones de personas, pero parece que las implicaciones negativas que tendrían estas de-sapariciones no les interesa a las autoridades.
Por ejemplo, y como ya fue descrito, empezaremos por el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) este que debe ser considerado como el más importante de la administración, si nos ponemos a pensar que guarda ¡toda la información de cada uno de los habitantes de este país!, por lo que sea, por créditos, por becas, por enfermedades, por tratamientos, por lo que sea, el banco de datos de cada mexicano está guardado y “protegido” por el Inai, cuyas repercusiones por desaparecer serían, entre otras, ¡borrar los derechos de acceso a la información y protección de datos personales, pues estos quedarían sin garantía, lo que impactaría negativamente en la capacidad de rendición de cuentas y la certeza jurídica del país!, esta que, con la forzada aprobación de la reforma judicial, ya había desaparecido.
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), cuyas funciones son contribuir al bienestar social e igualdad, a través de establecer los criterios y lineamientos para medir, identificar y definir la pobreza. Coordinar la evaluación de los programas y políticas de desarrollo social; generar estudios diagnósticos de los derechos sociales; medir la pobreza multidimensional en México. Para ello, utiliza indicadores como la tasa de crecimiento del PIB, la tasa de desocupación, el indicador global de la actividad económica y el valor de la canasta alimentaria que, de desaparecer, se abriría la puerta a una evaluación menos rigurosa de la política social, con implicaciones negativas para las decisiones presupuestales y la calidad de los programas sociales que no sólo deben ser “por cantidad”, sino por “calidad” y eficiencia, llegando a quienes en verdad lo necesitan.
Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), cuya función, si bien no es sancionar el tamaño de las empresas, sí lo hace con aquellas que abusan de su poder de mercado para desplazar o impedir la entrada de competidores, o los acuerdos que pudieran hacer para, por ejemplo, manipular precios, repartirse el mercado, restringir la oferta o ponerse de acuerdo en las licitaciones públicas que, de desaparecer también, estaría en riesgo la garantía de libre competencia en los mercados, lo que podría afectar la diversidad, la calidad y los precios en bienes y servicios.
Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), otro de los más importantes que NO deben desaparecer, pues su función es regular, supervisar y promover el uso de las telecomunicaciones y la radiodifusión en México, cuyos objetivos son: garantizar la calidad de los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión; fomentar la competencia sana en el sector; promover el desarrollo del ecosistema digital; asegurar la pluralidad y diversidad de los servicios; fortalecer los derechos de los usuarios y audiencias; trabajar para que las empresas de telecomunicaciones y de internet ofrezcan mejores servicios a precios más bajos y, de desaparecer, se abre una puerta a una regulación discrecional en el acceso al espectro radioeléctrico, las redes de comunicación y la comunicación vía satélite, en detrimento de la competencia y calidad.
Recordemos, queridos lectores, que “el triunfo del comunismo”, se debe al “control absoluto” que tienen los gobiernos sobre los medios de comunicación, a través de los cuales “manipulan a la población” a su antojo e impiden que salga a la luz pública la realidad de un pueblo sometido a los pies de unos cuantos.
Ahora vamos con el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), cuyo objetivo es mejorar la educación básica, media superior, inclusiva y de adultos, para lo cual impulsa la reflexión, participación e involucramiento de los evaluados. Genera documentos que recuperan saberes, voces, sentires, vivencias e iniciativas de actores diversos. Visibiliza a sectores históricamente desfavorecidos. Actúa en materia de evaluación diagnóstica, formación continua de docentes y mejora educativa. Propone actividades para fortalecer el vínculo y trabajo educativo entre docentes, estudiantes y padres de familia. Cuenta con el Sistema de Información para el Seguimiento de la Mejora Continua de la Educación (SI-Mejoredu), que ofrece información relevante sobre el Sistema Educativo Nacional (SEN); recordando que Mejoredu considera que la educación es un derecho de toda persona, cuya garantía es responsabilidad del Estado mexicano.
Si este desapareciera, se limitaría la evaluación de la política educativa y las acciones para mejorar las competencias de los estudiantes y trabajadores y, si ya de por sí “destrozaron” el sistema educativo, implementando uno mediocre y con tintes meramente políticos, a través del cual pretenden “adiestrar”, desde la niñez a los mexicanos, a que acepten un sistema político de autoritarismo y sometimiento.
Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), entidad que regula la exploración y extracción de hidrocarburos en México, siendo sus funciones: garantizar que se maximice el valor de los hidrocarburos del país; incrementar las reservas de hidrocarburos y el potencial petrolero; mejorar la regulación en materia de exploración y extracción de hidrocarburos; brindar asesoría técnica y generar conocimiento en el sector energético; conso-lidar la información nacional de Reservas de Hidrocarburos; acopiar, resguardar, usar, administrar, actualizar y publicar información geológica, geofísica, petrofísica, y petroquímica.
Si esta desapareciera, como pretenden las autoridades morenistas, se perdería un órgano técnico, independiente de Pemex y los privados, que se encarga de administrar las asignaciones y contratos petroleros. Nada más imagínese, querido lector, las implicaciones negativas cuando hoy, aun con la operación de la CNH, la paraestatal arrastra un pasivo financiero de 99.400 millones de dólares y adeudos de más de 19.000 millones de dólares con proveedores y, desapareciendo, no se pierden adeudos, pero sí se escondería el destino real de los recursos.
Y para concluir, vamos con la Comisión Regulado-ra de Energía (CRE), la cual es la encargada de regular el mercado energético en México para beneficio de los consumidores. Sus funciones son: establecer reglas claras para el mercado energético; promover la certeza legal y regulatoria; otorgar permisos; establecer tarifas; asesorar en el cumplimiento de las obligaciones del regulado y reportar precios y volúmenes de manera diaria.
La CRE regula los procesos funcionales y estructurales del mercado energético, como la distribución, las transformaciones, las plantas de generación eléctrica y las instalaciones del sector hidrocarburos.
La independencia de la CRE es importante para la competitividad de México. Sin la CRE, se podría generar un entorno propicio para prácticas monopólicas, lo que limitaría la capacidad de elección de los consumidores.
En pocas palabras, con su desaparición no habría garantía de un piso parejo en la regulación de la electricidad, el gas natural y los petrolíferos, pero, creo, eso es lo que menos importa a esta administración, al grado que la reforma energética que plantea el Gobierno Federal provoca incertidumbre en el sector; afectación a la competitividad; va contra los esfuerzos globales por disminuir las emisiones contaminantes a la atmósfera; va dirigida hacia la expropiación y, sobre todo, viola los tratados internacionales, principalmente el Capítulo 14 del USMCA, que protege a los inversores; aun así, queridos lectores, a esta administración no le interesan las implicaciones negativas de desaparecer estas instancias, como no le interesa el desarrollo de nuestro país…