Por Karina Libien
* El futuro de la Iglesia católica y los posibles sucesores
Ayer, 21 de abril, el Papa Francisco, el 266.° pontífice de la Iglesia Católica, falleció a los 88 años en la Casa Santa Marta del Vaticano, tras una larga batalla contra una neumonía bilateral.
Su partida marca el cierre de un papado que transformó la Iglesia con su enfoque pastoral, inclusivo y cercano a los más desfavorecidos.
Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como el Papa Francisco, fue elegido en 2013 tras la histórica renuncia de Benedicto XVI. A lo largo de su papado, Francisco se destacó por su trabajo incansable en favor de los pobres, su postura crítica contra la injusticia social y su llamado a una Iglesia más cercana y abierta. Como el primer papa latinoamericano, primero jesuita y primero no europeo en siglos, Francisco dejó un legado imborrable en la historia de la Iglesia católica.
Méritos del papa Francisco
Reforma en la Curia Vaticana. Uno de sus mayores logros fue la reforma de la Curia Vaticana, la administración central de la Iglesia. Buscó hacerla más transparente, eficiente y menos susceptible a la corrupción.
Enfoque en la justicia social: Francisco dedicó su papado a la lucha contra la pobreza, las desigualdades y la exclusión social. Su mensaje central fue el de una “Iglesia para los pobres”, insistiendo en la necesidad de que la Iglesia esté cerca de los más necesitados.
Defensa del medio ambiente. En 2015, Francisco publicó la encíclica “Laudato si”, un llamado urgente a la acción contra el cambio climático y la protección de la creación. Esta obra fue un hito en el pontificado y una invitación global a cuidar el planeta.
Diálogo interreligioso y ecumenismo. Francisco promovió el diálogo entre religiones y buscó la unidad con otras denominaciones cristianas, consolidando el ecumenismo y la cooperación interreligiosa.
Apertura hacia la sociedad. En varios momentos de su papado, mostró una apertura hacia temas controversiales, como la acogida de los refugiados, la inclusión de personas LGBTQ+ en la Iglesia y su enfoque pastoral hacia los divorciados y vueltos a casar, un cambio significativo en la doctrina tradicional.
Austeridad y humildad. A lo largo de su papado, Francisco se distinguió por su estilo de vida austero. Optó por vivir en la Casa Santa Marta en lugar de los lujosos apartamentos papales, y adoptó un estilo de liderazgo basado en la cercanía y la simplicidad.
Con su fallecimiento, se abre un nuevo capítulo para la Iglesia. Según la tradición, el Cónclave de Cardenales será el encargado de elegir a su sucesor. Aunque el proceso de selección es secreto y está lleno de incertidumbre, diversos nombres han surgido como posibles futuros pontífices:
1. Cardenal Pietro Parolin: Actual secretario de Estado del Vaticano, Parolin es considerado un líder diplomático clave dentro de la Iglesia. Su experiencia en asuntos internacionales y su cercanía con el papa Francisco lo colocan como uno de los favoritos.
2. Cardenal Luis Antonio Tagle: Arzobispo de Manila, Filipinas, Tagle es conocido por su carisma pastoral y su trabajo en la lucha contra la pobreza. Su origen asiático y su enfoque social lo convierten en una figura destacada para continuar el legado de Francisco.
3. Cardenal Marc Ouellet: Prefecto de la Congregación para los Obispos, Ouellet es uno de los cardenales con mayor influencia dentro de la estructura de la Iglesia. Su conocimiento en la selección de obispos podría ser crucial en la elección de su sucesor.
4. Cardenal Robert Sarah: Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, Sarah es conocido por su firme postura conservadora. Aunque se le asocia con un enfoque tradicionalista, su voz influyente podría tener peso en un cónclave dividido entre la continuidad y el cambio.
5. Cardenal Giovanni Battista Re: Actual decano del Colegio Cardenalicio tiene una vasta experiencia en el Vaticano y un profundo conocimiento de la curia. Su perfil podría ser atractivo para aquellos que buscan estabilidad y continuidad.
El Cónclave, compuesto por cardenales menores de 80 años, tiene la tarea de elegir al nuevo papa. Esta elección será determinante para el futuro de la Iglesia, pues el próximo pontífice deberá enfrentarse a desafíos como la crisis de confianza en las instituciones religiosas, el escándalo de abuso sexual, y las tensiones internas sobre el rumbo que debe tomar la Iglesia en el siglo XXI.
El legado del papa Francisco, su énfasis en la misericordia, la justicia social y el cuidado del medio ambiente, ha dejado una huella profunda. Su sucesor deberá ser alguien capaz de guiar la Iglesia a través de estos retos, manteniendo la unidad y el compromiso con los valores fundamentales del cristianismo.
La Iglesia católica ahora se enfrenta a un momento crucial: ¿seguirá con el enfoque de apertura y diálogo que Francisco promovió o tomará un rumbo más conservador? Sólo el tiempo y el Cónclave decidirán el futuro de la Santa Sede.