La secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, reconoció que hay avances en las negociaciones con México sobre el envío de agua, sin embargo, dijo que no es suficiente y que se necesita una solución.
“Esto es un avance. Pero lo que queremos, y lo que los agricultores estadounidenses merecen, es una solución”, escribió en su cuenta de redes sociales.
De esta manera, la funcionaria respondió a los dichos de la presidenta Claudia Shein-baum Pardo sobre que México enviaría agua “de inmediato” a los agricultores de Texas para compensar el déficit respecto del Tratado de Aguas de 1944.
El tratado de agua entre México y Estados Unidos regula cómo ambas naciones deben repartirse el líquido de los ríos Bravo y Colorado, que forman parte del límite territorial entre los dos países.
Vale recordar que apenas el viernes pasado Rollins y el subsecretario de Estado, Chris Landau, tuvieron una llamada con su homólogo en México, Julio Berdegué Sacristán, para abordar la crisis por el agua y la afectación a los agricultores norteamericanos.
“La agricultura estadounidense lleva años pidiendo este alivio y no lo ha conseguido. Lo que ha cambiado ahora es que hay un presidente estadounidense dispuesto a hacer lo necesario para que esto suceda. Se agradece la atención rápida y enfocada del secretario Berdegué. Avanzando y resolviendo esta crisis para nuestros agricultores”, aclaró la funcionaria estadounidenese.
Por su parte, Berdegué informó que México ratificó el tratado para evitar la imposición de aranceles y cumplir acuerdos, sin embargo, advirtió que se hará tomando en cuenta las condiciones de sequía de los últimos años.
La presidenta Claudia Sheinbaum descartó que México deba renegociar el Tratado de Aguas que tiene con Estados Unidos desde 1944 ante las condiciones climáticas que dificultan la captación del líquido en el río Bravo y aseguró que ya se están buscando alternativas para cumplir con la parte que se debe enviar a Texas.
“Es un tratado justo, de hecho entrega más Estados Unidos de lo que nosotros entregamos porque así es la cantidad de agua que hay en cada lugar, no es más que eso técnicamente establecido”, dijo la presidenta mexicana.
De esa manera, Estados Unidos debe enviar una cantidad de agua desde el río Colorado al año y México debe hacerle llegar una parte de la del río Bravo en ciclos de cinco años. El último termina en octubre de 2025.
Sin embargo, cuando se firmó no se tuvieron en cuenta problemas futuros de sequía ni el aumento de la población, lo que ha provocado fricciones.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, lanzó una nueva amenaza arancelaria en caso de que México no entregue a Texas la cantidad de agua que le debe y que asciende a los 1.3 millones de acres-pies.
“México les ha estado robando el agua a los agricultores texanos”, denunció el republicano en su plataforma Truth Social.
Horas después, la presidenta Sheinbaum Pardo informó a través de sus redes sociales que el miércoles 9 de abril se envió una propuesta integral al subsecretario del Departamento de Estado de Estados Unidos para atender el envío de agua a Texas, la cual incluye acciones “de muy corto plazo”.
Claudia Sheinbaum indicó que, además de la propuesta, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), el organismo binacional que se encarga de resolver las diferencias entre México y Estados Unidos en la materia, está trabajando para identificar alternativas técnicas viables que permitan a México cumplir con el tratado, pese a las condiciones de sequía que se han extendido casi por cuatro años.