Al final del sexenio de Andrés Manuel López Obrador se han desatado una serie de denuncias y acusaciones que ponen en entre dicho la honorabilidad y esa rectitud que AMLO siempre presumía.
Según afirmaciones realizadas por Luis Astorga Almanza, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien asegura también que el expresidente tabasqueño solapó a la delincuencia organizada y su política ahora tiene en jaque al gobierno en turno.
Al profundizar en el tema, también asegura que el país se encamina a un proceso “muy acelerado hacia la autocracia”, con instituciones frágiles y el empoderamiento de las organizaciones criminales.
Luis Astorga denuncia que durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, “su política de seguridad”, basada en su dicho “abrazos, no balazos”, no resultó salvo como “un mensaje” a la delincuencia organizada. AMLO “pudo actuar”, pero “no quiso actuar”, sentencia. Y advierte que ya “hay indicios para incriminar” al expresidente por complicidad con el crimen, cuyas “pruebas las esperaremos en algún momento”.
Dichas investigaciones revelan que “cualquiera que revise los archivos en Estados Unidos sabe que hay vínculos entre el poder político y el delictivo”. El especialista en seguridad nacional y narcotráfico, denuncia que en la administración de López Obrador, el gobierno “negoció”, “solapó” y, en algunas lugares del país, el crimen pudo “muy probablemente imponerse”.
A través de distintas investigaciones asegura que “desde AMLO y ahora con Claudia Sheinbaum estamos en un régimen de inseguridad autoritaria” donde campea la violencia y las instituciones democráticas cada día se debilitan y fracturan. “El pretender que un eslogan era una política de seguridad sólo dio pie para la expansión de grupos delictivos y un mayor empoderamiento”, reprochó.
También reconoce que la “presión” de Estados Unidos al gobierno mexicano para combatir a las organizaciones criminales en territorio nacional tiene en jaque al gobierno en turno. “En Presidencia ya no sienten lo duro”, sino lo “trumpido”. Y advierte que Donald Trump “no va a pedir permiso” para intervenir “en caso de que consideren” que el gobierno de Sheinbaum “no está haciendo lo suficiente”.
Considerado como uno de los más destacados analistas sobre narcotráfico, señala que “sí hay laboratorios de fentanilo” en su natal Sinaloa, además de que observa “complicidad” en la protección al gobernador Rubén Rocha Moya y recrimina al gobierno central el ocultamiento de información y tergiversación de datos sobre la violencia, asesinatos y consumo de drogas.
De las frecuentes visitas realizadas por AMLO a Badiraguato durante su sexenio, el investigador reflexiona que los sinaloenses coincidían en señalar que “AMLO iba a Badiraguato”, la cuna del narco mexicano y lugar de nacimiento de Joaquín “El Chapo” Guzmán “por dinero en efectivo, que fue de lo que vivió durante mucho tiempo y sigue viviendo”, y que “con Sheinbaum siguen la misma película”, denuncia firmemente Astorga Almanza.