El jefe de medios de comunicación de Hezbolá, Mohamed Afif, anunció a los medios que el grupo chiita asume la “plena y única responsabilidad” por el ataque con un vehículo no tripulado a la casa del primer ministro israelí el sábado pasado en la localidad de Cesarea.
El grupo chiita hace esta declaración después de que la misión de Irán ante las Naciones Unidas negara cualquier conexión con el envío del dron a la residencia de Netanyahu.
Afif mencionó que Israel es el “responsable del bienestar de los combatientes capturados”, y advirtió que “no pasará mucho tiempo” antes de que Hezbolá tenga prisioneros israelíes en su poder, detalla el medio Haaretz.
Netanyahu calificó al ataque como “un intento de asesinato” y como “un grave error”, además advirtió a Irán que cualquiera que intente dañar a los ciudadanos israelíes “pagará un precio alto”. Ante esto, Irán respondió que cualquier ataque contra el pueblo iraní no quedará “sin respuesta” y reveló que las fuerzas militares ya han decidido los objetivos para un ataque de represalia en caso de una agresión por parte de Israel.
En vista de la escalada en el conflicto, la Administración Biden envió al secretario de Estado, Antony J. Blinken, a Israel y otros países del Medio Oriente con una agenda que promulga una solución diplomática entre todos los involucrados que permita a los civiles regresar a sus hogares. En ese sentido, el portavoz de Hezbolá aseveró que no habrá “negociaciones bajo fuego” y acusó a EE.UU. por ser el socio principal de Israel en los ataques al Líbano y lo responsabilizó por las atroces masacres que afectan al pueblo chiita.