Las sanciones de EE.UU. y la Unión Europea perjudican a los propios países que las imponen, aseveró el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
“En el sentido literal de la palabra, en términos de acciones, las sanciones occidentales no ayudan a nadie en el mundo a desarrollar las relaciones comerciales y económicas. Perjudican a los países que las imponen”, declaró Lavrov en rueda de prensa conjunta con su par sudanés, Alí Yusuf Sharif.
Asimismo, el ministro citó evaluaciones de expertos de la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer un arancel del 25 % al acero y al aluminio de todos los países que suministran estos productos a EE.UU. “Ya se ha calculado que esto tendrá un impacto significativamente negativo en la economía del país que recurra a ellos”, dijo.
“Lo mismo puede decirse de las sanciones que la Unión Europea anuncia con orgullo contra Rusia: el 16.º paquete ya se está preparando, pero los resultados económicos son desalentadores. Ha aumentado drásticamente el precio del gas ruso y de otras fuentes de energía, que durante muchas décadas, gracias a su disponibilidad, garantizaron el crecimiento económico principalmente de Alemania y de otros líderes de la Unión Europea, pero también de toda la llamada ‘Europa unida'”, aclaró.