* Rebasados por llegada de migrantes deportados……
Nadie alcanzó a imaginar la magnitud del proceso, hasta que el problema de las deportaciones masivas a nuestro país, tomaron forma.
A partir de entonces, México enfrenta una severa crisis migratoria, toda vez que el número de personas que están llegando a México rebasan por mucho la capacidad de alojamiento y está a punto de provocar un severo colapso, que afectará de manera inmediata, tanto la economía como la seguridad en el país, poniendo en jaque al gobierno por los pocos recursos que tiene a su disposición para abordar el problema.
Ahora el gobierno de México debe lidiar con los migrantes mexicanos en Estados Unidos, con los migrantes deportados y con los migrantes no mexicanos deportados a México o varados tras no poder solicitar asilo a Estados Unidos.
La política antiinmigrante de Donald Trump, centrada en la deportación masiva de inmigrantes indocumentados de Estados Unidos, pone en jaque a las autoridades migratorias en México, quienes deben atender a sus connacionales deportados, pero también, a inmigrantes no mexicanos, revelan fuentes cercanas a las dependencias del Gobierno mexicano.
Según medios informativos, se señala que las deportaciones masivas de inmigrantes de Estados Unidos ponen en aprietos a las autoridades migratorias en México, en tres frentes: Los mexicanos en Estados Unidos, los mexicanos que regresan a México y los migrantes de otros países que se quedan varados en México, con pocas posibilidades de entrar a Estados Unidos.
Para atender el primer caso, las autoridades mexicanas han creado una aplicación para teléfonos móviles que funciona como un botón de pánico en caso de detención y ha capacitado a los diplomáticos en sus 53 consulados en todo Estados Unidos para dar asesoramiento jurídico a los mexicanos que están por ser deportados.
El segundo caso se atiende mediante el programa “México te abraza”, con el que el gobierno recibe a los mexicanos deportados por Estados Unidos. Las acciones del gobierno incluyen la construcción de albergues para migrantes en ciudades fronterizas y el compromiso de apoyar a los migrantes con 100 dólares para que puedan regresar a casa.
A todo ello hay que agregarle que, según afirman esas mismas voces informantes, el gobierno mexicano ha aceptado seguir acogiendo a miles de migrantes no mexicanos deportados por Estados Unidos, que junto con los miles de migrantes de Sur y Centroamérica que siguen llegando cada semana, por lo que ya la situación de los albergues está desbordada.
Andrew Selee, presidente del Migration Policy Institute, un grupo de expertos no partidista de Washington, asegura que muchos migrantes que pretendían solicitar asilo a Estados Unidos se quedan atrapados en México debido a que con Trump, “no hay posibilidades realistas de obtener asilo en Estados Unidos”.
Ante esto, resaltan las voces informantes, que México está construyendo albergues con casas de campaña en las ciudades fronterizas con Estados Unidos. Aun así, la situación es insostenible y empeorará, según aumenten las cifras de deportados.
Expertos en inmigración han señalado que hay alrededor de 4 millones de migrantes mexicanos indocumentados viviendo en Estados Unidos, todos, en riesgo de ser deportados, en cuyo caso, las cosas pintan aún peor para México.
Apenas el lunes pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que ambos países han creado un grupo de trabajo para abordar temas migratorios, pero desde Estados Unidos se sigue hablando de incrementar las deportaciones a México, tanto de mexicanos como de no mexicanos.