CAMBIANDO DE TEMA

México en crisis

Por Karina A. Rocha Priego

En términos de justicia, México está fuera de control. Hay gran desesperación entre aquellos que tienen una resolución judicial pendiente, ya que hay incertidumbre en qué va a pasar con jueces y magistrados, sobre todo en aquellos juzgados donde, quienes operaban, ya renunciaron a sus cargos. Unos para postularse, otros para no seguir el juego de la “injusticia”, pero, como sea, cientos de miles de casos están pendientes.

Para colmo, se sigue corriendo el rumor de que algunos -o muchos- juristas y empleados de juzgados, volverán a parar labores, debido a la baja que sufren en sus salarios quincenales.
Curiosamente, quienes prestan sus servicios en los juzgados, lejos de recibir aumento salarial como correspondería, habrán de disminuírselos, por tanto, hay inconformidad y la intención de un nuevo paro de labores, lo cual perjudicaría más a quienes dependen de una resolución pues, además, el rezago supera toda ficción, ya que, luego del primer paro, miles de expedientes quedaron amontonados.

Otro grave problema, sin lugar a duda, es que quienes aún están laborando, y hablo de jueces y magistrados, están realizando su trabajo sin la mayor precaución o interés, o sea, acuerdan ¡sin leer!, dejando todo el trabajo a Secretarios de Juzgado, quienes hacen uso de su criterio como mejor les parece y, si bien les va, el juez o magistrado “medio revisa” y da su autorización, pero nada más.

La realidad es que, con la recién aprobada reforma judicial, sólo ha generado desconfianza. El hecho de que los jueces y magistrados sean elegidos “por voto popular”, no garantiza que las cosas vayan a cambiar en este país. Por el contrario, y se ha dicho infinidad de veces, se teme que todos aquellos casos pendientes que tengan que ver con delincuencia organizada y narcotráfico, serán los primeros en salir adelante y, presumiblemente, a favor de los delincuentes que, en muchos casos, son quienes han financiado campañas electorales, principalmente.

Eso es precisamente lo que se teme. Por tanto, todos aquellos casos “sin importancia para juzgadores”, pero importantes para los involucrados, serán archivados o todavía más retrasados, lo que podría interferir, incluso, en la libertad de alguien o la justicia -real- de alguna víctima.

Y si a eso, queridos lectores, le sumamos que, la Suprema Corte de Justicia de la Nación también está en juego, y que algunos de los que todavía forman parte de ella, están más preocupados por hacer campaña para ser agraciados con un voto y seguir siendo parte de, resolviendo “al vapor” los asuntos que tienen en su mesa, nada más imagínese usted como está realmente la justicia en México.

Lo más triste de todo es que muchos sólo actúen “por rastrerismo” y no por tener la razón. Que todos aquellos que han “levantado el dedo”, lo hagan “para conservar la chambita y el sueldito” y no por el bien de la Nación. México no podría aguantar más embestidas. No hay dinero. El gobierno actual recibió ¡en números rojos la administración!, aunque pretendan hacer creer lo contrario; tan es así, que ahora van por los ahorros de los trabajadores del Infonavit. Dicen, más de 2 billones de pesos de los trabajadores, ahora, ese dinero pasará a las arcas gubernamentales, supongo, para ¡seguir manteniendo zánganos!, y que estos “zánganos” sigan votando por estos gobiernos.

Ya se llevaron todo lo que había. Desde el pasado 11 de enero, como ya lo habíamos comentado, todas las cuentas bloqueadas en los bancos, fueron “vaciadas” por las autoridades, por tanto, ese dinero también es ahora del gobierno y no dicen de cuánto dinero se trata.

De lo anterior, todo parece indicar que, con la nueva ley de amparo, los que han perdido su dinero bloqueado en un banco nacional, no podrán ampararse ante ello, por lo que ¡se tienen que dar por perdidos!, y, como ellos, muchos otros. Eso es lo que, hasta el momento, ha dejado esa reforma judicial.

Viene la peor contra México: la deportación de miles de conciudadanos que son “non gratos” en Estados Unidos pero, ahí viene el “pero”, las autoridades aseguran que: primero, les recibirán con los brazos abiertos; segundo, que contarán con dos mil pesos -de entrada- para trasladarse a sus lugares de origen; tercero, que contarán con seguridad social pero, ¿en el IMSS Bienestar? ¿Cómo? Este “nació quebrado”, por lo que no sabemos ahora en qué se recargarán las autoridades para conseguir recursos y cumplir lo que prometen pero, en lo que son “peras o manzanas”, llegaran cientos de deportados, ávidos de recursos, trabajo, un hogar y ¿de dónde? Y para rematar con “broche de oro”, estados y municipios están siendo controlados por el crimen organizado. La delincuencia se ha infiltrado en todos lados, empezando por las corporaciones policiacas y llegando a todos los cargos posibles hasta las secretarías y gubernaturas y, como otra prueba, el resultado de las Operaciones Enjambre, Atarraya y Sur, y eso tan sólo en el Estado de México. México está en crisis. Judicial, social, económica, de salud, de educación pero, sobre todo, ¡de seguridad! Ahora, ¿qué sigue? México no se merece esto, los mexicanos, millones vendieron su voto por tres pinches pesos y, a su vez, vendieron el alma de todos los suyos ¡al diablo!…..

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