Gregory Guillot, jefe del Comando Norte de Estados Unidos (USNORTHCOM), se reunió con representantes mexicanos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina (Semar) para coordinar actividades militares en la frontera.
De acuerdo con la Embajada de Estados Unidos en México, en el encuentro también participaron “altos mandos militares de Estados Unidos”.
“Se reunieron para discutir las actividades militares de Estados Unidos y México a lo largo de nuestra frontera compartida, para coordinar esfuerzos de apoyo mutuo”, escribió la embajada a través de sus redes sociales.
Hay que recordar que antes, el 7 de febrero de 2025, el jefe del comando conversó por videollamada con el general Ricardo Trevilla Trejo, secretario de la Defensa, y con Raymundo Pedro Morales, de la Marina. Con ambos titulares se reunió y charló por separado.
La cuenta oficial de USNORTHCOM informó que se dialogó con los mandos militares mexicanos sobre esfuerzos de cooperación en materia de defensa y seguridad nacional.
Vale destacar que esta reunión se da apenas un día después de que la Casa Blanca anunciara que ampliará el “área de defensa nacional” en el paso fronterizo de Nuevo México con el despliegue de elementos militares sobre casi 300 kilómetros de territorio.
Sobre la decisión, Karoline Leavitt, secretaria de prensa estadounidense, anunció esta medida durante una conferencia de prensa en la que, además, dijo que la administración Trump también reforzará otros 140 kilómetros de frontera en el estado de Texas.
Esta medida se ejecutó con la intención de “detener y procesar a las bandas criminales y terroristas que operaron en el país sin consecuencias durante el gobierno de Joe Biden”, agregó la secretaria.
Un mes antes de la reunión, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos había ordenado ya el envío de alrededor de 3 mil soldados adicionales a la frontera con México, en plena militarización de esa zona para contener la migración irregular.
Sumado a los mil 100 soldados de apoyo del Comando Norte del ejército, este refuerzo elevó el número total de tropas en servicio activo en la frontera a aproximadamente 9 mil efectivos, según revelaron las fuentes informantes de la dependencia militar.
Los refuerzos confirmaron el objetivo del gobierno de Trump de “mantener la soberanía, la integridad territorial y la seguridad de los Estados Unidos”, indicó el Departamento de Defensa.
Fue la segunda oleada importante de tropas en servicio activo enviadas para reforzar la frontera desde la investidura de Trump el pasado 20 de enero.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya había enviado miles de militares a la frontera con México, a pesar de que el papel de esos soldados era limitado y no podían dedicarse a detener migrantes, pues la ley estadounidense prohíbe usar a las Fuerzas Armadas para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional.
La decisión de Trump contrasta con las tomadas por otros presidentes, que reducían los despliegues a un número más limitado de efectivos o incluían a reservistas en servicio activo.