El primer ministro indio, Narendra Modi, quien alguna vez fue despreciado y ahora es cortejado por las potencias occidentales, ha asegurado un tercer mandato en las elecciones legislativas. Durante una década, su gobierno ha aplicado una política nacionalista vinculada al hinduismo, alejando al país de sus tradiciones seculares.
Aunque la alianza liderada por Modi ganó las elecciones, la oposición considera que los votantes han enviado un mensaje claro al reducir la mayoría parlamentaria del partido nacionalista hindú (BJP) por primera vez en diez años.
Según los resultados de la Comisión Electoral, la coalición liderada por Modi ha asegurado al menos 272 escaños, lo que garantiza una mayoría en la Cámara Baja compuesta por 543 curules, aunque faltan por contabilizar algunos distritos.
Dirigiéndose a una multitud en Nueva Delhi, el ministro enfatizó que su partido y sus aliados han recibido un mandato del pueblo por tercera vez consecutiva, destacando la promesa de iniciar un nuevo capítulo de desarrollo para el país.
“Avanzaremos con energía renovada, entusiasmo renovado y determinación renovada”, prometió.
A pesar de que el BJP ha obtenido 224 escaños según los últimos datos electorales, con proyecciones para alcanzar 16 más, llegando a un total de 240, estos resultados son significativamente inferiores a los obtenidos en las últimas elecciones de 2019, cuando aseguraron 303 diputados. Sin embargo, junto con sus aliados, el partido de Modi superaría los 272 escaños necesarios para obtener la mayoría parlamentaria.