La entrega de capos de la droga en febrero desde México hacia Estados Unidos se trató de una negociación que comenzó la presidenta Claudia Sheinbaum con Joe Biden al asumir el cargo en octubre, precisando la parte final del acuerdo con el actual mandatario estadounidense, Donald Trump, según The New York Times.
En un artículo publicado por dicho diario, se menciona que, al no funcionar la estrategia del expresidente López Obrador en la lucha contra los cárteles, su sucesora se ha enfocado en implementar otras medidas para avanzar en este problema, incluso con conocimiento de que algunos criminales podrían enfrentarse a la pena de muerte.
The New York Times resalta que antes de esta acción, México había liberado criminales a Estados Unidos bajo la condición de que no fueran ejecutados; sin embargo, esta vez fue diferente, se reservó los “engorrosos” trámites y expulsó a los narcotraficantes, entre los que se encontraba “El capo de capos”, Rafael Caro Quintero, objetivo de la DEA por el asesinato del agente estadounidense, Enrique “Kiki” Camarena.
Esta decisión, según el diario, se trata de una ruptura en la protección de los mexicanos contra la pena capital, por la cual, cita, ha luchado “durante décadas” para impedir que se lleve a cabo.
Incluso hace referencia al caso del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, a quien en 2017 se acordó extraditar con la condición de que no recibiera pena de muerte; por ello, fue sentenciado a cadena perpetua en 2019.
La entrega llevada a cabo en febrero sucedió en medio de presiones del gobierno de Donald Trump para detener el tráfico de fentanilo a territorio estadounidense. Previamente, Sheinbaum, en compromiso con esta problemática, ordenó el despliegue de militares en la frontera para frenar el contrabando de droga.
Los extraditados enfrentan cargos por crimen organizado, narcotráfico, asesinato, uso ilegal de armas y lavado de dinero, señaló el Departamento de Justicia estadounidense en un comunicado.
“Procesaremos a estos criminales con todo el peso de la ley”, dijo la fiscal general estadounidense Pamela Bondi, citada en el boletín.
El comunicado añadió que el castigo máximo que Caro Quintero y otros cuatro de los extraditados pueden enfrentar es la pena de muerte, una posibilidad que el acuerdo binacional de extradición no permite.
“Esto es histórico, siempre extraditaban a dos, tres, máximo cinco”, comentó Mike Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la DEA.
Trump acusa a México y Canadá, sus socios en el acuerdo de libre comercio T-MEC, de permitir el tráfico de drogas y de migrantes irregulares a su territorio.
“Esta acción se enmarca dentro de las labores de coordinación, cooperación y reciprocidad bilateral, en el marco del respeto a la soberanía de ambas naciones”, indicó un comunicado del gobierno de México.