El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha ofrecido un discurso en la 79.ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. “No tenía intención de venir aquí este año. Mi país está en guerra luchando por su vida”, declaró. “Pero después de escuchar las mentiras y calumnias vertidas contra mi país por muchos de los oradores en este podio, decidí venir aquí y dejar las cosas claras”, agregó.
Cuando el Gobierno israelí pensaba que estaba “más cerca que nunca” de un acuerdo de normalización de relaciones con Arabia Saudita, “llegó la maldición del 7 de octubre”, con “miles de terroristas de Hamás apoyados por Irán” irrumpiendo en Israel desde la Franja de Gaza en camionetas y motocicletas para cometer atrocidades, señaló.
“Esta guerra puede llegar a su fin ahora. Todo lo que tiene que pasar es que Hamás se rinda, deponga las armas y libere a todos los rehenes. Pero no lo hacen”, declaró Netanyahu, aseverando que las fuerzas israelíes van a luchar hasta la “victoria total”.
Al asegurar que Israel no busca “reasentar” el enclave palestino, el primer ministro afirmó que están dispuestos a “trabajar con los socios regionales y otros para apoyar una administración civil local en Gaza, comprometida con una coexistencia pacífica”, pero esto sería posible solo cuando el enclave quede “desmilitarizado y desradicalizado”.
“La maldición del 7 de octubre comenzó cuando Hamás invadió Israel desde Gaza, pero no terminó ahí. Israel pronto se vio obligado a defenderse en seis frentes de guerra más, impulsados por Irán. El 8 de octubre, Hezbolá nos atacó desde el Líbano. Desde aquel entonces, lanzaron más de 8.000 cohetes contra nuestras localidades y ciudades, contra nuestros civiles y nuestros niños”, manifestó Netanyahu.
En ese sentido, el jefe del Gobierno israelí cargó contra quienes tachó de “tiranos de Teherán”: “Si nos atacan, los atacaremos”. “No hay ningún lugar en Irán donde el largo brazo de Israel no pueda llegar. Y esto aplica para Oriente Medio entero”, aseveró.
Entretanto, las fuerzas israelíes seguirán “reduciendo a Hezbolá hasta que se cumplan todos los objetivos” fijados, mientras el movimiento libanés “escoge el camino de la guerra”, indicó Netanyahu. “Israel ganará esta batalla porque no tenemos opciones”, concluyó.