Por Karina Libien
El secretario de Seguridad del Estado de México, Cristóbal Castañeda Camarillo, reveló recientemente que varios de los ranchos y propiedades aseguradas en el marco del Operativo Bastión presentan irregularidades en su registro. Según las investigaciones en curso, algunos de estos inmuebles fueron registrados a nombre de prestanombres, lo que indicaría que los verdaderos dueños serían los líderes del Cartel de la Familia Michoacana. Esta operación, que tuvo lugar en el sur de la entidad, permitió la incautación de 21 propiedades, entre ranchos y casas, presuntamente vinculadas al crimen organizado.
El operativo, que involucró un despliegue de inteligencia y recursos de seguridad, permitió asegurar varias propiedades que estaban bajo el control de los miembros de la mencionada organización criminal. Los inmuebles confiscados se encuentran en seis municipios del Estado de México y, en su mayoría, presentan lujos como animales disecados, muebles de alto valor, y en algunos casos, lagos artificiales. Estos ranchos y mansiones fueron construidos en zonas apartadas, muchas veces de difícil acceso o con problemas de suministro de agua, pero con características que facilitan el control por parte de la delincuencia organizada.
La investigación no solo se centra en los responsables directos del cartel, sino también en las autoridades locales que pudieron haber facilitado la construcción de estos inmuebles de manera irregular. De hecho, el secretario Castañeda confirmó que el gobierno estatal ya está investigando cómo se permitió la edificación de estos lugares, a pesar de las características y usos sospechosos que presentan. La situación es compleja, pues en algunos casos, estos terrenos fueron autorizados sin el cumplimiento de las normativas correspondientes, lo que ha motivado la apertura de diversas carpetas de investigación en torno a la posible complicidad de autoridades locales.
Castañeda aseguró que las investigaciones continúan con el objetivo de esclarecer cómo se permitió la construcción de estos complejos y quiénes fueron los responsables de autorizar tales proyectos. Aseguró que se están salvaguardando los derechos de los propietarios, aunque aclaró que algunos de ellos podrían estar involucrados de manera irregular, siendo utilizados como prestanombres para ocultar la verdadera identidad de los líderes del Cartel de la Familia Michoacana. El funcionario también mencionó que, conforme se avance en las indagatorias y se obtenga más información, los resultados serán más claros.
Por otro lado, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) ya maneja la hipótesis de que muchos de los ranchos incautados fueron registrados bajo nombres ficticios, con la intención de ocultar su vínculo con la organización criminal. Se cree que los verdaderos propietarios son los altos mandos de dicho cartel, lo que añade una capa de complejidad a la investigación, ya que involucra tanto a individuos vinculados con el narcotráfico como a funcionarios que podrían haber facilitado el proceso.
El Operativo Bastión, que sigue en curso, es una de las estrategias más importantes del gobierno del Estado de México para combatir el crimen organizado y desmantelar las estructuras de poder de los cárteles en la región. Aunque hasta el momento se han logrado importantes avances, las autoridades siguen trabajando para esclarecer todos los aspectos de este caso y llevar ante la justicia a todos los responsables, tanto dentro como fuera del crimen organizado.