El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, dijo ayer jueves que el gobierno está hablando con sus principales socios comerciales mundiales sobre las maneras de reducir los nuevos aranceles, afirmando que tendrán que cambiar sus reglas para permitir más importaciones de productos estadounidenses.
En declaraciones a la cadena de televisión CNBC un día después de que el presidente Donald Trump anunció un arancel base global de 10 % y fuertes aranceles recíprocos, Lutnick afirmó que las discusiones llevaban en marcha más de un mes.
“La clave es ¿aceptarán nuestros productos agrícolas? ¿Nos tratarán con justicia? ¿Pueden tratarnos con justicia? Y la respuesta es que, con el tiempo, va a ser que sí”, declaró Lutnick. “Los productos estadounidenses se van a vender mejor en otras partes del mundo”.
Por aranceles de EE. UU. habrá menos: exportación de autos, inversión y empleo, alerta Imco
La imposición del arancel de 25% a las importaciones de vehículos ensamblados fuera de Estados Unidos que anunció el presidente Donald Trump, tendrá un impacto significativo en la economía mexicana, pues se traducirá en la reducción de exportaciones de vehículos a ese país, menor creación de empleo y menores niveles de inversión.
Así lo advirtió el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), quien explicó que 17 % de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos son vehículos, lo que equivale a 86 mil 896 millones de dólares anuales.
Y es que Trump anunció deducciones de 100 % a las empresas que armen los autos en Estados Unidos, lo que podría impactar en las inversiones automotrices en México.
El Imco alertó que la aplicación del arancel de 25% a vehículos y autopartes que no tengan contenido estadounidense, y aunque será de manera proporcional estimado en 15%, sí impactará en futuras inversiones, afectando en mayor medida a los estados del norte del país en la producción y menores empleos.
Expone que la Tacoma, por ejemplo, que posee un contenido estadounidense de 35 %, y 30 % de México, pagará arancel sobre 65 % de ese producto.
Mientras que el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Rogelio Garza, ya anticipaba que se enfrentarán a meses de “turbulencia”, donde la industria tendrá que acomodarse.
Hace unos días, el representante de la industria automotriz en México afirmó que la imposición de aranceles de 25% “atenta contra toda la integración económica que hemos logrado en 30 años. Entonces, creo que vamos a traer turbulencia unos meses”, estimó Garza, pues los procesos administrativos de calcular el arancel sobre el contenido no estadounidense serán complejos.
A partir del 3 de abril se establece que un carro proveniente de México o Canadá deberá pagar 25 % de arancel en su contenido no estadounidense. Pero aquel contenido del auto que se fabricó en Estados Unidos quedará libre del gravamen.
El presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Francisco González, afirmó que la medida, lejos de fortalecer el empleo y la economía estadounidense, amenaza con desarticular una cadena de suministro que ha demostrado ser el pilar de la competitividad de Norteamérica.
“Estados Unidos arriesga debilitar una de las cadenas productivas más exitosas del mundo al imponer aranceles a la industria automotriz y de autopartes. El 43 % de las autopartes que importa Estados Unidos provienen de México, y el 50 % de las autopartes que importa México provienen de los socios T-MEC”, acotó el empresario.